viernes, 20 de diciembre de 2013

Para los que quieran tener o aumentar la fe


            Si se quiere reanimar o recuperar la fe, lo primero es ponerse en Gracia de Dios y esto se hace con la Confesión Sacramental ( los no bautizados tendrían que recibir el Bautismo, para recibir el don de la fe), arrepintiéndose y confesándose de todo lo que es contrario a los Mandamientos de Dios, esto es, de todo lo contrario a la Caridad. Dios irá dando Gracia para ir viendo esto con más claridad para el que quiere mejorar sinceramente, para el que está dispuesto a romper con la tiranía de las superficiales apetencias y pone todos los medios necesarios para luchar contra ellas, decidiéndose a vivir el amor de verdad, abandonando la mentira.
            Os recomendaría que ante cualquier persona a la que se vaya a ayudar en algo, o ante la que uno se sienta llamado a ello, encaminarse al bien real de esa persona (y por extensión de toda la humanidad, procurando su salvación eterna, todo según la Voluntad de Dios) aunque se estuviera, por ejemplo, ayudando a resolver un problema material concreto, y que esto esté por encima de los particulares intereses superficiales (quedar bien, amor propio desordenado, etc.); si uno sólo pensase en el bien material de otra persona, esto no obliga a depurar la propia intención, pero si uno busca el bien real de la otra persona, esto sí le obliga a depurar su propia intención. Si se hace el bien de verdad, seguro que se “verán” los efectos beneficiosos (que quizá otros no vean con los ojos), sobre todo cuando a uno le cueste, lo cual costará sin duda, si se hace bien. Y resulta que el bien real es bueno para todos, y el sólo aparente, que se limita a alimentar intereses vanos, para nadie.