miércoles, 26 de julio de 2017

VARIOS FRAGMENTOS DE ESCRITOS 2


DEL TRATADO DEL GOBIERNO DE LOS PRÍNCIPES

El rey es el que rige la muchedumbre de una ciudad, o Provincia, por el bien común.

23 Cuando el que gobierna, olvidado del bien común, busca el suyo particular, consecuentemente, agravia los súbditos en diversas cosas, según que por sus pasiones es inclinado a procurar su bien en diferentes cosas. … de adonde dijo Salomón: El Rey justo ensalza la tierra, y el injusto la destruye. …. +++ Cuando el gobierno se desvía de lo justo, no puede haber firmeza en nada, …. no solo dañan a los súbditos en los bienes corporales, sino que los impiden para los del ánimo, por lo que apetece más el mandar que el aprovechar, estorbando el aumento de los súbditos, temiendo que cualquier excelencia de ellos sea dañosa a su inicuo señorío, porque los tiranos más se temen de los buenos, que de los malos, y siempre la ajena virtud les es espantosa, y así se esfuerzan para procurar que sus súbditos no sean gente de virtud, ni tengan pensamientos magnánimos, para que no dejen de sufrir su mal gobierno, y que entre ellos no haya conciertos ni amistades, ni gocen de la correspondencia de la paz, porque así no fiándose unos de otros, no puedan intentar nada contra ellos, por lo cual siembran entre sus súbditos discordias, y fomentan las que están comenzadas, y prohíben todo lo que entre los hombres es causa de amistad, como matrimonios, banquetes, y otras cosas semejantes que en los ciudadanos suelen causar familiaridad y confianza. …. a los que gobiernan como malos les pesa de la virtud de sus súbditos, y la impiden con todas sus fuerzas, debiendo inducirlos a ella, donde gobiernan.
 
+EL ORADOR SAGRADO
318 ¿Queréis, pues, hermanos míos, juzgar a un hombre? Examinad si sus obras son justas y buenas, edificantes y útiles. No os dejéis seducir por vanas palabras, por lisonjeras y magníficas que sean; antes de seguir a ese hombre, considerad cuál es el fin a que aspira. ¿Queréis juzgar su doctrina? No os atengáis ni al genio ni al talento que la distingue; estudiad el camino que traza y las consecuencias buenas o malas que de ella se desprenden. ¿Queréis juzgar una producción literaria o una lectura cualquiera? Pensad en los efectos que ordinariamente produce y en los que producirá en vosotros o en aquellos que os están confiados. "En todo cuanto hagáis mirad el fin" dice el Sabio. ¿Qué importa que el veneno esté dispuesto con arte? No por esto dejará menos de ser veneno. El enemigo más peligroso es aquel que, lejos de atacaros abiertamente, se insinúa diestramente en vosotros, os tiende los lazos más secretos; el que os atrae a ellos con engañosas palabras, os hiere sin que lo sintáis, y os asesina con la misma mano que os acaricia.
         Pero hay, hermanos míos, otros falsos profetas, no menos peligrosos que los demás, de los que es preciso guardarse también, y a quienes reconoceréis por los mismos rasgos con que los pinta el Salvador: tales son las pasiones. (...) ... y por medio de promesas de felicidad, le precipitan en un abismo de males. ¿Qué necesidad hay de repetir aquí lo que la experiencia dice todos los días? Guardaos de los falsos profetas, que no os lisonjean mas que para engañaros, que no acarician vuestro corazón mas que para desgarrarlo en seguida ...
CONSIDERACIONES CRISTIANAS PARA TODOS LOS DÍAS DEL AÑO. 1829
¿Quieres no perder la fe? conserva la caridad. ¿Quieres tener una fe viva? ten una caridad ardiente. ¿Quieres conocer la caridad? haz obras de caridad.
+ OBISPO DE CUENCA. 1928. CUARESMA.  
Si en todas las cosas buscamos a Jesús, venciendo el egoís­mo del corazón humano, que se acuerda con preferencia de sí mismo, haciendo girar en derredor de él al mundo entero, encontraremos a Jesús.
        + más se daña el hombre a sí mismo, si no busca a Jesús, que todo el mundo y todos los enemigos le pueden dañar.” (Apoc 5, 9-10).
 
TESORO DE ORATORIA SAGRADA, 1857
 
La complacencia mundana estorba la mayor parte de las conversiones.
 
         Cuando se trata de nuestra conversión ¿qué conducta observamos? Estamos inciertos y vacilamos por esa cobarde complacencia: bien quisiéramos a la verdad mudar de vida y abandonar los antiguos hábitos y divorciarnos de las compañías peligrosas; pero antes queremos consultar con el mundo y procurar que no se ofenda de nuestro proceder; es decir que no buscamos la gracia sino temblando, y después de haber sido pecadores escandalosos tememos ser famosos penitentes. Digamoslo de una vez, esto es, que por condescendencia con el mundo no queremos ni convertirnos , ni tampoco salvarnos. ¿Que resulta de aqui? Que convertimos la triaca en ponzoña, y que las gracias que se nos habían dado para obrar nuestra salvación , consuman nuestra reprobacion por el desprecio que hacemos de ellas. Me espllcaré.
 
Lo que hace la complacencia para impedir que el cristiano pecador se haga penitente.
 
         Disgustados de las cosas de la tierra , como san Agustin, y á veces á solas con Dios, exhalastéis tiernos suspiros: la gracia os hablaba interiormente y al parecer respondiais á ella: el mundo por su parte principiaba á hablar , y vosotros sorprendidos os detuvistéis para escuchar lo que decia. Esta complaciente curiosidad fué el escollo donde naufragó vuestra conversion: cien veces conocistéis la necesidad de hacer penitencia despues de una vida mundana , y cien veces la diferistéis estando á punto de abrazarla : abristéis los ojos
para ver los juicios que formaria el mundo acerca de vuestra conversion, y eso es lo que os hace vivir pecadores y acaso os haga morir impenitentes. Postrados de resultas de una larga y peligrosa enfermedad, habeis recurrido al Dios de todo consuelo : os habeis reprendido tambien vuestra monstruosa ingratitud para con él , pareciendo que tomabais medidas seguras para io sucesivo ; pero con el restablecimiento de vuestra salud, resucitaron vuestros añejos vicios. ¿Y por qué? Porque hubiera hablado el mundo, y el medio mas seguro de acallarle es seguir viviendo como cristianos timidos é infieles. Asi con esa culpable condescendencia no hay empresas que no se frustren , ni resoluciones que no se desmientan: +++blog quiere uno guardar respetos al mundo , y malogra su salvacion y se condena irremisiblemente.
 
 
 
La complacencia mundana ha hecho y hace aun diariamente muchos réprobos.
 
         Hermanos mios, si me fuera posible abrir de par en par las puertas del infierno, ¡ cuántas desgraciadas victimas vierais que habitan en aquella horrorosa mansion solo porque no se atrevieron á mostrarse virtuosos o temieron parecer penitentes ¿Y no vemos todos los dias á algunos cristianos estando ya al borde del sepulcro y proximos á comparecer ante el supremo juez diferir y basta malograr su reconciliacion por complacer á una familia afligida? Aun ha ido mas allá la ceguedad, y lo diré por mas que parezca incréible : algunos hombres despues de haber sido en vida el oprobio del cristianismo y el escándalo de la religion, han coronado su impiedad con una obstinacion diabolica muriendo impenitentes por no pasar plaza de pusilánimes y cobardes entre los desgraciados complices de su irreligion. Creo que os estremeceréis de horror como yo. Juzgad ahora de las funestas consecuencias de esta pasion y decidme si exagero estabieciendo que es contraria juntamente á la razon y á la religion.
 
Conclusion del discurso.
 
         ¿Qué resta pues para sofocar en nuestros corazones esta desdichada pasion que nos llevarla insensiblemente á la ruina, sino meditar las siguientes palabras de Tertuliano? Mi salvacion es segura, dice, si no me avergüenzo de mi Dios y Señor : Salvus sum, si non confundar de Domino meo. Con efecto, si no me avergüenzo de mi Dios, no hay
nada dificil: se desvanecen lodos los obstáculos, y las penas, las cruces, las adversidades y las contradicciones de los mundanos , todo me es indiferente : Salvus sum etc. Si no me avergüenzo de mi Dios, diga lo que quiera el mundo, yo perdonaré de veras á mi enemigo, no me vengare del agravio recibido y bendeciré á mis calumniadores: Salvus sum etc. Si no me avergüenzo de mi Dios, yo enseñare públicamente á los impios los caminos del Señor, les referiré las maravillas que ha obrado en mi, y publicaré á voz en grito sus eternas misericordias: Salvus sum etc. SI no me avergüenzo de mi Dios, aborreceré á su ejemplo el vicio, amare la virtud y la practicaré resueltamente : Salvus sum etc. Si no me avergüenzo de mi Dios , buscaré á su ejemplo oprobios y Humillaciones, y seré como él manso, humilde y paciente. La cruz de este di vino Salvador será mi gozo en esta vida y la prenda preciosa de la gloria que nos está prometida en la eterna bienaventuranza.
 
 
 

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