domingo, 4 de noviembre de 2007

LA MANIPULACIÓN QUE ENCIERRA LA DENOMINACIÓN DE DERECHOS DE LA MUJER

El otro día pude asistir a una mesa redonda en la que se hablaba de los derechos humanos de los latinoamericanos migrantes. Se recalcó el tema de los derechos de la mujer, a pesar de que se puso de manifiesto las carencias existentes en cuanto a necesidades básicas así como el maltrato y desprecio personales hacia algunos colectivos.
Me quedé por ello muy preocupada ya que ya sabemos lo que significa ese “derechos de la mujer”; justamente, su destrucción y la destrucción de la sociedad. Se denomina “derechos de la mujer” a lo que precisamente la destruye en su naturaleza más genuina, común a todo ser humano, y, por ello, la animaliza; e incluye: relaciones sexuales sin amor, medidas anticonceptivas, la falta de amor de la mujer al marido, con la ruptura de las relaciones cuando la otra persona “ya no interesa”, divorcio exprés o ante la menor contrariedad, matrimonio homosexual, cambio de sexo a petición, y, como colofón, el llegar a ser “tan dueñas de su propio cuerpo”, que puedan matar a su hijo que ya llevan en sus entrañas; y, por supuesto, una obligatoria “educación para la ciudadanía”, para inculcar convenientemente estas formas de actuación degradantes del ser humano, que no llevan sino a la destrucción personal y social, en las que lo más genuino del ser humano, su capacidad para amar por encima de los particulares intereses brilla por su ausencia. Espero que el pueblo latinoamericano no caiga en la trampa de buscar la mejora de sus condiciones de vida a costa de perder lo más valioso de las personas: su integridad moral. Yo les pediría estar alerta al respecto, ya que ninguna “ventajilla”, que sin duda recibirían por aceptar esto, compensa la destrucción personal que se derivaría de todo esto.

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