DE LA SANTA BIBLIA TRADUCIDA Y ANOTADA SEGÚN LOS
SANTOS PADRES, POR SCIO DE MIGUEL.
NAAMAN EL SIRIO. Libro cuarto de los Reyes,
capítulo 5, versículos 1- 15.
Elíseo libra a
Naamán de su lepra, haciéndole lavar siete veces en el Jordán. Giezi por su
avaricia hereda la lepra de Naamán para sí y para su linaje perpetuamente, por
haber recibido presentes de Naamán.
1 Naamán general del ejército del rey de Syria,
era un varon de consideracion , y de grande estima para con su amo : porque el
Señor habia salvado por él a la Syria, y era un varon valeroso y rico, pero
leproso.
2 Y habian salido de Syria ladroncillos , y
habian llevado cautiva de tierra de Israel a una muchacha, que servia a la
mujer de Naamán,
3 La cual dijo a
su señora : Ojalá hubiera ido mi amo a ver al profeta , que está en Samaria:
ciertamente le hubiera curado de la lepra , que tiene.
4 Con esto Naamán entró a ver a su señor , y dióle cuenta , diciendo : Esto y esto ha
dicho una muchacha de tierra de Israel.
5 Y dijole el rey de Syria : Vé , que yo
enviaré una carta al rey de Israel. El cual habiendo partido , y llevado
consigo diez talentos de plata , y seis mil monedas de oro, y diez mudas de
vestidos ,
6 Llevó la carta para el rey de Israel, en
estos términos : Cuando hubieres recibido esta carta , sabrás que te he enviado
a Naamán mi criado, para que le cures de su lepra.
7 Y cuando leyó la
carta el rey de Israel , rasgó sus vestiduras , y dijo : ¿Soy yo por ventura Dios , que pueda quitar o dar la vida
, puesto que este me ha enviado a decir, que cure (Pero sabía que había un
profeta en su reino , por quien Dios obraba todos los días grandes prodigios :
y que aquel que había salvado la vida a tres ejércitos , que iban a perecer de
sed, podría asimismo curar a un hombre de su lepra ; particularmente en aquella
ocasión en que se trataba de hacer brillar la gloria del nombre de Dios entre
los infieles. Muchos príncipes ha habido , que cuando se trataba de darles
honores como a dioses , no solamente lo permitían , sino que lo exigían : pero
cuando la cuestión era acerca de suspender las leyes de la naturaleza , se
vieron obligados a confesar , que esta prueba era el escollo de su vanidad , y
que en la realidad no eran sino unos hombres flacos , y limitados , como todos
los otros.) a un hombre de su lepra? Considerad , y ved que anda buscando achaques (MS. 3. Se
achica. Los conquistadores mas injustos publican siempre un manifiesto , en que
quieren persuadir , que el motivo que los obliga a tomar las armas , es
vindicar la justicia ofendida ; pero frecuentemente semejantes declaraciones no
sirven sino para descubrir mas bien , y hacer patente a todo el mundo el fondo
de su ambición , e injusticia) contra mí.
8 Lo cual cuando
oyó el varon de Dios Eliséo , es a saber , que el rey de Israel, habia rasgado
sus vestiduras , envióle a decir : ¿Por qué has rasgado tus vestiduras ? venga
a mí, y sepa que hay profeta en
Israel.
9 Llegó pues
Naamán con sus caballos , y carros , y
paróse a la puerta de la casa de Eliséo :
10 Y envióle
Eliséo un mensajero, diciendo: Vé , y lávate siete veces en el Jordan , y tu
carne recobrará la sanidad , y serás limpio (Inspirado sin duda del Señor quiso
hacer prueba de la fe de Naamán , y que viese al mismo tiempo , lo que todavía
él no había visto, ni aún podido imaginar, que un profeta del verdadero Dios, a
quien ni movía el resplandor de las riquezas, ni el fausto de las grandezas
humanas, no reconocía otra cosa grande sino al Dios a quien servia ; y mostraba
hacer poco aprecio de aquello de que tan grande le hacen los hombres , y que
ellos buscan con tanto conato).
11 Indignado
Naamán se retiraba (Los grandes se creen ofendidos , cuando no se les da todo
el honor ; que creen que les es debido : y al tiempo mismo que ellos no cuidan
de dar , ni de que otros den a Dios el honor supremo , hacen sentir toda su
indignación a aquellos que caen en el menor descuido respecto a ellos),
diciendo : Yo creia que saldria a mí, y que puesto en pie invocaria el nombre
del Señor su Dios , y tocaria con su mano el lugar de la lepra , y me curaria.
12 ¿Pues qué no
son mejores el Abana y el Pharphár (El uno de estos ríos pasa por dentro de
Damasco, y el otro por fuera. El hombre es tan ciego , cuando no se halla
ilustrado de la luz de la fe , que quiere prescribir a Dios el método que ha de
seguir , en lugar de conformarse con su voluntad , aun cuando no se vea
conexión entre lo que manda , y el efecto que de ello debe resultar. Cuando se
trata de hombres, y de causas segundas , las precauciones son útiles , y aún necesarias , pero cuando es Dios el que
manda , las reflexiones que nacen de temor o desconfianza, le son muy
injuriosas), rios de Damasco, que todas las aguas de Israel , para lavarme en
ellas , y limpiarme? Pues como hubiese vuelto las espaldas , y se retirase
enojado ,
13 Se llegaron a
él sus criados , y le dijeron : Padre
(El nombre de padre era entonces , como lo es ahora en el uso común el de
señor, Génesis 45, 8; 4º Reyes 2, 12. Es
de admirar la fidelidad de estos criados , que por lo común,o por temor ,o por
interés acostumbran lisonjear las pasiones de sus señores , mas ellos hablan a
Naamán con un tono de firmeza. Naamán cedió a sus avisos , considerando que la
verdad y la razón deben ser siempre respetadas, aunque se oigan de boca de los
inferiores), aunque el profeta te hubiera mandado una cosa dificultosa , en
verdad debieras hacerla : ¿cuánto mas ahora que te ha dicho : Lávate , y serás
limpio?
14 Fue pues (Lc 4,
27), y lavóse siete veces en el Jordan conforme a la palabra del varon de Dios
, y volvióse su carne , como la carne de
un niño pequeñito , y quedó limpio (
Naamán purificado de su lepra por el agua del Jordan, es una excelente imagen
del pueblo gentil , llamado por un don todo gratuito del Señor a la fe y al
bautismo de Jesucristo. Véase lo que hemos notado en S. Lc 4, 27).
15 Y volviendo al
varon de Dios con toda su comitiva , fue , y
presentóse delante de él , y dijo : Conozco verdaderamente que no hay
otro Dios en toda la tierra, sino solo en Israel. Ruégote pues que admitas una
bendicion (Alguna muestra ,o señal de mi agradecimiento. Los profetas solían
recibir algunos presentes de los que venían a visitarlos ,o a consultarlos.
Eliseo por sí era muy pobre , y tenia también un crecido número de discípulos
pobres , a los cuales hubiera sido muy del caso el socorro de Naamán ; pero no
quiso recibir nada de un extranjero , por no exponer su ministerio a que fuese
desacreditado entre los gentiles por la menor sombra o sospecha de interés ,
anticipándose a observar lo que Jesucristo mandó mucho después a sus
discípulos: Gratis accepistis, gratis date. Mt. 10, 8, y lo que practicó
también S. Pablo por no poner el menor obstáculo a los progresos del Evangelio.
Hechos 20, 33, 34. Todos los eclesiásticos deben tener muy presente este
ejemplo) de tu siervo.
Lucas 4, 27-29
27 Y muchos leprosos habia en Israel en tiempo
de Eliseo profeta : mas ninguno de ellos fue limpiado , sino Naaman (… Con
estos ejemplos de personas extrañas , con quienes empleó Dios su misericordia ,
les dio a entender, que su orgullo los hacia indignos de recibir las gracias
que concedía abundantemente a los otros pueblos. Porque, como observa S.
Ambrosio, Dios no atiende al país, sino al corazón del hombre : y su gracia no
es como un derecho que se debe a la naturaleza , … ) de Siria.
28 Y fueron
en la Sinagoga todos llenos de saña , oyendo esto.
29 Y se
levantaron , y lo echaron fuera de la ciudad : y lo llevaron hasta la cumbre
del monte , sobre el cual estaba edificada su ciudad , para despeñarlo (En esto
vino a parar la admiración y recomendación que antes hacían de su sabiduría y
doctrina).
Génesis 40, 14-15
(El Patriarca José le
dice a uno de los compañeros de calabozo a los que acababa de interpretar su
sueño favorablemente en el plano temporal).
Solamente acuérdate de
mi (Joseph, aunque resignado enteramente en la voluntad de Dios, y pronto para
morir en la cárcel, si así lo tenía dispuesto; esto no obstante sentía el peso
de un tan largo y penoso cautiverio, y se valió para salir de él de la
proporción que el Señor le ofrecía en la interpretación de aquellos sueños
misteriosos. La virtud no destruye en los Santos los sentimientos naturales,
solamente los arregla y los somete enteramente a la disposición y voluntad del
Señor. Véase lo que dice S. Ambrosio de este grande Patriarca. Cap. 6), cuando
tuvieres esta dicha, y haz conmigo misericordia: insinuando á Pharaón, que me
saque de esta cárcel :
15 Porque á hurto me
han arrebatado de la tierra de los Hebreos (De la tierra de Chanaán. Joseph,
sin mostrar el menor resentimiento, sin quejarse ni hacer mención de la
crueldad de sus hermanos, ni de la horrible calumnia de su ama, ni de la
demasiada credulidad de su señor; hizo solamente presente el estado en que se
hallaba, digno de la mayor compasión. La caridad le obligó a no publicar las
injusticias de sus prójimos; y la humildad, á que ocultase sus propias
virtudes. S. Crisóstomo Homil. 63, in Génesis), y aquí siendo inocente, he sido
echado en calabozo.
Génesis 45, 5-8:
(El Patriarca José en
Egipto a sus hermanos, los cuales se desplazaron de Chanaan a Egipto para
buscar provisiones en tiempo de carestía).
5 No os asusteis, ni
os parezca ser cosa dura (No os aflijáis ya por haberme vendido; porque esto no
se hizo sin una particular disposición de la Divina Providencia, que sabe
convertir el mal en bien. No digo, que no detestéis el delito enorme que
cometisteis contra un hermano inocente, cuyos suspiros no movieron vuestras
entrañas; pero os debe servir de consuelo , que Dios permitió aquel delito,
para que me vierais hoy en la grandeza en que me hallo, haciendo que viniese yo
delante de vosotros, para preveniros con que pudieseis vivir en estos años
calamitosos, que acaban con toda la tierra. Véase un lugar muy parecido a este
en Hechos 2, 23 cuyo sentido es muy conforme al presente, puesto que Joseph
vendido por sus hermanos, es una viva imagen de Jesucristo vendido a los Judíos
para nuestra salud y remedio) el haberme vendido vosotros para estas regiones
(Génesis 50, 20: Vosotros pensasteis mal sobre mí : Mas Dios lo convirtió en
bien para ensalzarme, como lo veis al presente , y para hacer salvos a muchos
pueblos): porque por vuestra salud me envió Dios antes de vosotros á Egypto.
6 Pues ya hace dos
años que comenzó á haber hambre en la tierra : y aun quedan cinco años , en que
ni se podrá arar , ni segar (En las cercanías del Nilo se sembraría alguna cosa
, Génesis 47, 19; pero este era un socorro muy escaso para acudir a las
necesidades de tantas provincias. El espíritu humano, contemplando toda la
serie de hechos de Joseph después de su elevación, el porte que tuvo con sus
hermanos, y también lo que aquí se dice, se halla naturalmente prevenido de
pensamientos e ideas poco favorables a la grande virtud de Joseph. Joseph no se
dio a conocer a sus hermanos sino en el segundo año de la hambre , y por
consiguiente en el noveno de su elevación, cuando ya habían pasado los siete de
abundancia. ¿Pues por qué dilató tanto tiempo dar aviso a Jacob, de que vivía y
en una tan alta dignidad aquel hijo a quien tanto amaba, y que creía muerto?,
¿por qué en lugar de apresurarle una noticia de tan extraordinario placer,
parece que solo atiende a redoblarle las penas, deteniendo en prisiones a
Simeón, y haciendo alarde de querer deterner también a aquel Benjamín, que era
la vida de su padre? ¿por qué no acudir desde luego al mantenimiento de su
familia en tiempo de una extrema carestía, que se extendía a Chanaán, en donde
sabía que moraba? ¿Sería acaso por temer algún peligro o catástrofe, si
descubría cuál era su nación? ¿y aunque esto fuese cierto, no debía hacer
sacrificio de unos lazos y obligaciones tan estrechas, y fiar el suceso a la
Divina Providencia? Si estas reflexiones recayesen sobre un hombre vulgar,
condenaríamos sin balancear una timidez y una política, que al parecer prevalecen
sobre los sentimientos de la religión y de la naturaleza; pero teniendo por
objeto a un hombre, favorecido particularmente del cielo, como lo acreditan
todos los sucesos de su vida, bajando la cabeza, adoramos los ocultos juicios
de la Eterna Sabiduría, y conociendo nuestros cortos alcances, confesemos
nuestra ignorancia, y que Joseph se gobernó en todo por particular movimiento e
inspiración del Señor).
7 Y Dios me envió
delante para que os conserveis sobre la tierra , y podais tener alimentos para
vivir.
8 No por consejo
vuestro , sino por voluntad de Dios he sido enviado acá : el cual me ha hecho
como padre de Pharaón, y señor de toda su casa , y Príncipe en toda la tierra
de Egypto.
2 TESALONICENSES. CAPÍTULO II. Describe las señales
que precederán a la venida de Cristo y del Anticristo, y de los apóstatas que
ha de arrastrar en pos de sí. Los exhorta a permanecer constantes en la
doctrina que han recibido.
1. Mas
os rogamos, hermanos, por el advenimiento de nuestro Señor Jesucristo, y de nuestra
reunión con él (Le llama reunión o congregación, porque en su venida se
congregarán y reunirán con él todos sus santos y escogidos. Zacarías 14.
Algunos intérpretes entienden el día del Señor, y la venida del Señor, de la
terrible venganza que ejecutó Dios en el pueblo hebreo por medio de los
romanos. Mas toda la serie del discurso demuestra evidentemente que el Apóstol
habla del juicio final):
2. Que no os movais fácilmente de vuestra
inteligencia, ni os perturbeis,ni por espíritu (Por falsas revelaciones, o por
milagros fingidos, como lo explican los griegos por medio del espíritu maligno,
que hablaba por boca de los falsos apóstoles, ni aún que os supongan carta
mía), ni por palabra, ni por carta, como enviada de nos, como si el día del
Señor (Aterrados los thesalonicenses con lo que el Apóstol les había dicho en
su primera carta tocante al juicio final que creían muy cercano; los alienta
poniéndoles delante dos grandes sucesos que le deben preceder. Primero la
apostasía casi general de los cristianos, que abandonarán la verdadera fe. El
segundo la venida del Anticristo, que se hará adorar como Dios. S. Agustín)
estuviese ya cerca.
3. Y no (Efesios 5, 6) os dejeis seducir
de nadie en manera alguna: porque no será, sin que antes venga la apostasía, y
sea manifestado el hombre de pecado, el hijo de perdición (El Anticristo,
mostruo de iniquidad, destinado a la
perdición o a la eterna condenación. Este será un hombre en quien habitará de
asiento el demonio, que le inspirará toda su malicia y odio contra los fieles.
S. Jerónimo. La apostasía; esto es, el apóstata: el hombre de pecado, es un
hebraísmo para significar un insigne pecador, o el más inicuo de todos los
hombres. Lo mismo el hijo de perdición, quiere decir según frase hebrea un
hombre destinado a la más horrible perdición),”
4. El cual se opone, y
se levanta sobre todo lo que se llama Dios (El
texto Griego se lee de dos maneras: sobre todo, el que es dicho; o sobre todo
lo que es dicho Dios, o religión o culto. El Anticristo intentará destruir todo
el culto del Dios verdadero, y se hará adorar él solo como único objeto de la
adoración de los hombres. S.Tomás), o que es adorado; de
manera que se sentará en el templo (Públicamente
para ser adorado, o haciendo exponer su efigie o retrato para el mismo fin)
de Dios (El griego: ..., como
Dios), mostrándose como si fuese Dios.
5. ¿No os acordáis, que cuando estaba todavía con vosotros os
decía estas cosas?
6.
Y sabéis que es lo que ahora le detiene, a fin que sea manifestado a su tiempo
(El Anticristo no vendrá hasta el tiempo que tiene destinado la providencia
divina en sus decretos. Antes de este tiempo, conforme a la profecía de
Jesucristo, debe ser predicado el Evangelio por todo el mundo. Mt. 24, 14. Y
por esta razón no vendrá el Anticristo tan pronto, que es lo que había ya dicho
el Apóstol a los tesalonicenses. Theodoreto. S.Agustín confiesa ingenuamente,
que no sabe sino por conjeturas cómo se deben entender este versículo y los
siguientes).
7.
Porque ya está obrando el misterio de iniquidad (Ya está el demonio fraguando
esta apostasía o misterio de la iniquidad, que se forma insensiblemente desde
el principio del cristianismo por medio de todos los errores, cismas, herejías,
etc., *que preparan el camino al Anticristo, que será el que pondrá la última
mano a la obra de sus ministros. 1 Juan 2, 18): sólo que *el que está firme
ahora, manténgase, hasta que sea quitado de enmedio (Esto es, solamente *el que
está bien arraigado en la fe, se mantenga firme en ella, hasta que este hombre
perversísimo sea destruido. Es increíble la variedad con que los intérpretes
explican este lugar. Algunos lo interpretan de este modo: *El Anticristo está
ya fraguando al presente el misterio de la iniquidad por las manos de sus
ministros, como son los herejes y los libertinos, los cuales son otros tantos
Anticristos; pero después vendrá él mismo a poner la última mano a esta obra,
valiéndose para esto de todas las astucias, ilusiones, engaños y prodigios
aparentes con que engañará, si fuese posible, a los mismos escogidos. *Aparte
Dios esta terrible venida, y deténgalo hasta que cumplidos sus altos designios
a favor de sus escogidos, sea destruido y aniquilado el misterio de la
iniquidad, y el obrador del mismo misterio. Otros: esperando solamente que *lo
que ahora le detiene haya desaparecido: *o que la fe que se conserva en la
Iglesia, se haya más y más desaparecido, y *por último extinguido en la mayor
parte de los cristianos. Que es la apostasía de que se ha hablado en el v. 3 y
en su nota. Y últimamente otros: Porque *el misterio de la iniquidad ya al
presente se está obrando: solamente que *el que tiene la fe, la tenga hasta que
se haga la división. Y por esta división entienden la apostasía que dejamos ya
dicha, y también la secesión del imperio romano, y división o apartamiento de
la religión cristiana. En que convienen los Padres griegos y los latinos con el
Crisóstomo, S. Jerónimo, S. Agustín, y S. Tomás).
8.
Y entonces se descubrirá aquel perverso (Isaías 11, 4), a quien el Señor Jesús
matará con el aliento de su boca (Como si dijera: Por grande que se descubra el
poder del Anticristo, no creáis por eso que podrá prevalecer contra Jesucristo,
el cual con una suma facilidad destruirá todo su imperio, y descubrirá todos
sus engaños), y le destruirá con el resplandor de su venida:
9.
La venida de aquel es según operación de Satanás, en toda potencia, y en señales,y en prodigios mentirosos
(Porque obrados por encantamientos, y por virtud del demonio, sólo tendrán
apariencia de milagros como los que obraban los magos del Faraón),
10.
*Y en toda seducción de la iniquidad para aquellos que perecen (Logrará por
este medio **persuadir a los réprobos, que perecerán miserablemente,
haciéndoles creer que pueden cometer impunemente los delitos más enormes, sin
que les quede por temer nada, ni en esta ni en la otra vida): **porque no
recibieron el amor de la verdad (Aunque se conozca la verdad, si no se ama, no
se puede decir que se abraza, ni que se recibe) para ser salvos. **Por eso les
enviará Dios operación de error (**Permitirá Dios que den oídos a todo error y
falsa doctrina. Rom. 1, 26), **para que crean a la mentira,
11.
**Y sean condenados todos ** los que no creyeron a la verdad, **antes
consintieron (El Griego: ..., complaciéndose en la injusticia: no solamente
consintiendo, sino aprobándola, y hallando todo su gusto y placer en ella. Este
es el principal fundamento de la iniquidad) **a la iniquidad.
12. Mas nosotros
debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, ...
Números 22, 18 Respondió Balaám: Aunque
(Números 29, 13) Balác me diera su casa llena de plata y de oro, no podrá
alterar la palabra del Señor mi Dios, para hablar ni más, ni menos. Números 22,
19 ...y pueda saber qué me responda de nuevo el Señor (Balaám sabía ya
precisamente por la primera respuesta del Señor, cuál era su voluntad, y esto
no obstante le consulta segunda vez sobre lo mismo. Lo que hace ver, que la
respuesta no era conforme a su deseo, y que ocultaba en su corazón un grande
pesar, por ver que se le escapaba de entre las manos una tan buena ocasión de
acrecentar sus riquezas. Por esto consulta al Señor segunda vez, por si mudaba
de resolución, y le respondía conforme a su intento, queriendo quedar al mismo
tiempo persuadido, que todo lo obraba por orden suya. Pero el Señor sin mudar
su decreto, le deja en manos de su ceguedad, le responde según la pasión
injusta de su corazón, y le permite seguir a los mensajeros. La primera
respuesta fue una expresa declaración de su voluntad: la segunda, una funesta
permisión, que fue seguida de su justo enojo, enviándole un Ángel para
declararle, que su viaje era perverso y opuesto a su divino querer. S. Agustín.
Quaest 48. Este terrible castigo y abandono de Dios se experimenta
ordinariamente en aquellos, que después de haber conocido claramente la verdad y
lo que deben hacer, deliberan nuevamente sobre ello, y consultan a Dios en la
persona de sus siervos, dando a entender que están prontos para hacer lo que se
les dijere; pero deseando que se les responda, no conforme a lo que deben, sino
a lo que desean hacer para satisfacer sus pasiones).
Números 22, 32 (Yo conozco la perversidad
de tu corazón y la malicia de las intenciones que abrigas en él, haciendo este
viaje que yo te ordené que no hicieras: debes tu la vida que tienes a esta
misma borrica a quien has dado tantos golpes; porque si por obedecerte hubiera
pasado adeltante, yo seguramente según lo que estaba dispuesto, te la hubiera
quitado a ti …) Números 22, 34 Dijo
Balaám: He pecado, no sabiendo (No es la fe ni la humildad las que hicieron
proferir estas palabras llenas de modestia a este hombre corrompido, sino el
temor; y así su arrepentimiento no fue sincero. El Ángel no obstante le
permitió pasar adelante, y se contentó con ordenarle que no dijera otra cosa,
sino lo que Dios pondría en su boca, mostrando así, que es el árbitro del
corazón de los malos, y que sin tener parte en su mala voluntad, se sabe servir
de ellos para ejecutar los grandes designios de su bondad y de su justicia en
el tiempo y de la manera que mejor parece, sin que pueda alguno oponérsele) que
tú estabas contra mí: y ahora si te desagrada que vaya, me volveré. Números 23,
1 (Respondió a Balaám no el Dios que él había consultado, sino el que él no
conocía). Números 23, 5 (Absolutamente se le negó a Balaám el permiso de decir lo
que quería, y se le dio para lo que el espíritu le obligaba a decir). Números
23, 10 … Muera mi alma (Esto es, Yo; se pone la parte por el todo, pues el alma
no puede morir ni acabarse) de la muerte de los justos, y mis postrimerías (Mi
alma sea semejante a la de los justos, y el último de mis días se parezca al
suyo. Palabras admirables en la boca de un justo, o de un pecador que piensa
seriamente en su salud: pero en boca de Balaám no manifiestan sino un deseo
estéril, y muy frecuente aún en boca de los mayores pecadores, que no quieren
desasirse de sus pasiones desarregladas. Quisieran morir como justos; pero no
procuran vivir como ellos) sean semejantes a estos. Números 23, 13 ...donde
veas una parte de Israel, y no puedas verle todo (Semejante a este fue la
necedad de los Siros, que atribuyeron su derrota, a que el Dios de los
Israelitas era Dios de los montes, y no de los valles: pero también padecieron
otra peor en una espaciosa llanura. ), y maldícele desde allí. 19 No es Dios
como el hombre, para que mienta: ni como el hijo del hombre, para que se mude.
¿Dijo pues (Los decretos de Dios no se mudan, y lo que una vez ha pronunciado,
se cumple infaliblemente. Y así Él ejecutará en favor de Israel todo lo que le
ha prometido), y no lo hará? ¿Habló, y no lo cumplirá?
Números 24, 1 Y cuando vio Balaam que era
del agrado de Dios que bendijera a Israel, no fue como antes (De este versículo
se infiere claramente una verdad, que estaba algo oscura en el capítulo
antecedente, vv.1 y 14, esto es, que Balaam fue a demandar el agüero, cuando
hizo fabricar siete altares, y preparar siete becerros y carneros, para
escudriñar en sus entrañas el agüero, y la respuesta que había de dar al Rey:
pero Dios le estorbó su depravada intención) había ido á demandar el agüero, sino
que enderezando su rostro hacia el desierto, ...Números 24, 14 Esto no obstante
al partirme a mi pueblo, daré un consejo, sobre qué cosa haga tu pueblo con
este pueblo al postrer tiempo (Y supuesto que como ves no hay remedio, pues
Dios quiere que yo llene de bendiciones a este pueblo, y que se haga dueño de
toda esta tierra; esto no obstante, yo antes de partirme te sugeriré un consejo
de lo que tu pueblo por último puede hacer contra Israel, para que el Señor le
abandone y se retire de él. Este consejo detestable produjo un estrago
espantoso en el pueblo de Israel, como se verá en el capítulo siguiente; y
aunque en él no se dice que fue Balaám el que lo dio, pero se expresa
claramente en el capítulo 31, 16, y Apocalipsis 2, 14).
(NOTA PERSONAL: No es la primera vez que
los gobernantes intentan debilitar a la población mediante los actos impuros.
Como ejemplos antiguos de ello tenemos lo decretado por el rey Balac, ante el
consejo de Balaám contra el pueblo judío, al cual no permitía Dios que se
maldijese por Balaám, tal como pretendía Balac (Números 24, 14, y Números 25, 1
y siguientes); en este caso todas la mujeres que participaron en este engaño y
lograron pervertir a los hombres, fueron muertas (Números 31, 16-18. 16: ¿No
son esas, las que por sugestión de Balaám, engañaron a los hijos de Israel, y
os hicieron prevaricar contra el Señor por el pecado de Phogor, por cuya causa
fue también herido el pueblo? 17 Matad a todos cuantos varones hubiere, y aún también a los niños: y degollad las
mujeres que en coito conocieron a hombres: 18 Mas reservaos solo las muchachas
y todas las doncellas), al igual que el fruto de tales actos pecaminosos. El instigador, Balaám, murió a cuchillo
(Números 31, 8). Y después de haberlos incitado a la impureza [Números 25, 1 Y
moraba en aquel tiempo Israel en Setím, y fornicó (Aquí se ve la ejecución del
consejo diabólico, que dio Balaám al Rey Balác, que sin declararlo entonces,
prometió dar en el capítulo pasado, versículo 14. Fue, pues, que indujese a los
Israelitas a la fornicación e idolatría. Para esto aconsejó, que las más
hermosas mujeres Moabitas y Madianitas compareciesen a la vista del campamento
de Israel en ademán de ir a vender vituallas, o comerciar en otras cosas. Así
se hizo: y muchísimos de los soldados Israelitas atraídos de la hermosura de
ellas, cayeron primeramente en la fornicación con ellas, y después en la
idolatría. En esto se ve la bellaquería y malignidad del perversísimo y mal
intencionado Balaám. Wouters) el pueblo con las hijas de Moab], los incitaron a
sus falsas creencias (Números 25, 2: Las
cuales los llamaron á sus sacrificios. Y ellos comieron y adoraron los dioses
de ellas).
Deuteronomio
capítulo 13. 1 Si se levantare en medio de ti un profeta (Moisés habla en este
lugar no solo de los Profetas falsos, sino también de los del verdadero Dios,
cuando estos enseñasen una doctrina contraria a la piedad, y diferente de la
que él mismo les había enseñado. Esto mismo dijo después San Pablo a los
Gálatas 1, 6, hablando de ciertos hombres, que pretendían trastornar el
Evangelio de Jesucristo: Cuando yo mismo ó un Angel del Cielo os anunciase un
Evangelio diferente del que os tengo anunciado, sea anatema. ¿Y si no se deben
dar oídos a un Profeta verdadero, ni á un Angel del Señor, cuando pretendiese,
si fuera posible, apartarnos del culto del Dios verdadero, ó enseñarnos una
doctrina contraria al Evangelio, cuanto menos se deben dar a los falsos
Profetas, aún cuando estos por permisión y ocultos juicios de Dios anuncien lo
que ha de suceder, y obren prodigios y cosas extraordinarias?), o quien diga
que él vió un ensueño, y pronosticare alguna señal ó prodigio.
3 No oirás las palabras de aquel profeta
ó soñador: porque os prueba el Señor Dios vuestro, para que se haga patente (…
Aquí insinúa Moisés la razón por la que permite Dios a estos impíos, que
anuncien lo que está por suceder, al mismo tiempo que combatan abiertamente y
con la mayor osadía la verdad de su divina religión, esto es, con el fin de
hacer prueba de nosotros, para saber, o más bien para hacernos ver y conocer si
le somos fieles y obedientes. *S. Gregorio Magno, moral, libro 28, cap. 5) si
le amais ó no con todo vuestro corazon, y con toda vuestra alma.
5 Y aquel profeta o forjador de ensueño
será muerto: porque habló para apartaros del Señor Dios vuestro (Esta es la
causa, que justamente le hace reo de muerte), que os sacó de la tierra de
Egipto, y os rescató de la casa de la servidumbre: para hacerte desviar del
camino, que te mandó el Señor Dios tuyo: y quitarás (El malvado. 1 Cor. v.13
...) el mal de en medio de ti.
10 Cubierto de piedras será muerto:
porque te quiso apartar del Señor Dios tuyo, que te sacó de la tierra de
Egipto, de la casa de servidumbre:
13 Hijos de Belial (Sin yugo, esto es,
sin Ley, sin Dios, y sin conciencia: y esto significa Belial, nombre que se da
también al demonio, como a caudillo y cabeza de estos tales: y así Lib. Reyes
21, 13, se traduce hijos del diablo) han salido de en medio de tí (Separándose
de la comunión de la Iglesia, y del servicio de Dios. 1 Juan 2, 19; Judas 19),
y han pervertido á los moradores de su ciudad,
ADVERTENCIA LIBRO DE LOS REYES: … antes
bien no puede haber verdadero heroísmo, ni darse consejo acertado, ni se debe
tener por hombre de buena y sana política, el que no sigue, como regla
invariable de todos sus pensamientos y proyectos, la Ley y el Evangelio de
Jesucristo. El que no es fiel a su Dios, no puede serlo a su Rey. Una
conciencia perversa y desarreglada olvida fácilmente las propias obligaciones,
y es imposible que atine con las máximas, que promuevan los verdaderos
intereses del Estado. El que no sabe gobernarse ni moderarse a sí mismo, mal
podrá acertar con los medios eficaces de gobernar, moderar y reformar a los
otros. Es una locura pensar que para ser grande es necesario ser iniquo: es
equivocar y confundir el valor con la soberbia, y la grandeza de ánimo con la
jactancia e insolencia. El abandono de la Religión y culto, y de la verdadera
caridad, lejos de ser disposición para lo grande, lo es, si bien se mira, para
lo más vil e indigno de cuanto puede pensarse, y aún el principio y causa de
todas las vilezas, crueldades y tiranías. … Pues no es lo grande lo mejor,
cuando se llega a ello por medios viles; es lo grande lo mejor, cuando, por
seguir lo justo, se desprecia con generosidad de ánimo lo que solo tiene
apariencias de grande.
1 Reyes 1, 8 (… Ana … con el silencio y
paciencia triunfa de la injusticia y de la malignidad de su émula. La virtud no
consiste en que seamos insensibles, sino en que sujetemos los sentimientos
naturales con una entera conformidad y sumisión a la Divina voluntad.
Jesucristo nos dio ejemplo en su Pasión. 1 Reyes 1, 14 Ana que había sufrido con tanta paciencia los
insultos de Phenena, acude al templo para buscar algún alivio a sus males, y
todo parece que conspira para aumentarlos. Su virtud se ve expuesta a nuevas
pruebas; pero la sencillez y moderación de su respuesta da mayor realce y
fuerza a su oración, y es al mismo tiempo una grande lección para nosotros 1
Reyes 1, 16 hija de belial; esta expresión quiere decir: sin yugo, sin freno,
sin ley y sin conciencia 1 Reyes 1, 18 … y su rostro no se demudó más en
adelante ( Como sucede frecuentemente a los que se ven angustiados y oprimidos
de violencia, de penas y aflicciones. Dios enjugó las lágrimas de esta piadosa
mujer suavizando la amargura de su corazón, y ella quedó consolada, como si
viera ya cumplidos sus deseos. Estos son los efectos, que desde luego causa una
oración ardiente y fervorosa eu las almas piadosas y atribuladas, que presentan
su corazón al Señor. … , y su rostro no
decayó mas.
1 Reyes 19, 2 y 4. 2 Y dio aviso Jonathás
(Todos los cortesanos abandonan a David, porque el rey le aborrece. Jonathás,
que como heredero presuntivo de la corona, parece que debía oponerse más que
todos al engrandecimiento de David, es solo el que se declara a su favor:
respeta la orden de Dios, y estima más la amistad de David y la condición de
particular a que por dicha orden se ve reducido, que la corona a que su
nacimiento le daba derecho. Como esta amistad se fundaba sobre la virtud,
crecía y se fortificaba, al paso que la virtud de su amigo se veía expuesta a
nuevas pruebas y aflicciones. La dicha de encontrar tales amigos está reservada
para los que temen al Señor. Eccli. 16, 17) a David, diciendo: Saul mi padre
anda por matarte: y así te ruego que te guardes por la mañana, y vete á un
lugar retirado, y escóndete: 3 Que yo saldré y estaré al lado de mi padre en el
campo, á donde quiera que tú estuvieres: y yo hablaré de tí á mi padre : y te
haré saber todo lo que viere. 4Jonathás pues habló á Saul su padre á favor de
David (Que felices serían los príncipes, si en medio de una tropa de cortesanos
lisonjeros se hallase siquiera un hombre fiel que les dijese la verdad, hablase
en favor de la inocencia, disipase sus preocupaciones, moderase con sabias
advertencias el ímpetu de sus pasiones, y los hiciese entrar en sentimientos de
humanidad, de justicia y de religión! Pero la dicha de oír la verdad no es sino
para aquellos que la aman y la buscan con ansia. Jonathás, que la declara
sinceramente, al principio es escuchado; pero después, como veremos más
adelante, es ultrajado, y pone en riesgo su vida. Guarda desde entonces
silencio; y el desgraciado Saúl queda a discreción de sus violentas pasiones, y
de los lisonjeros que le cercan y le aplauden. La verdad no se acerca al trono,
si no es convidada y buscada. Desde el punto mismo que se ve desechada, se
retira, y deja a la mentira y a la simulación que se lleve todo el favor), y le
dijo: No peques, ó rey, contra David tu siervo, puesto que no ha pecado contra
tí, y sus obras te son muy buenas (te ha servido con la mayor lealtad.).
1 Reyes 21, 2 (… una cosa que no era
verdadera, y con el propósito de hacérsela creer, y valiéndose de este género
de mentira oficiosa por poner en salvo su vida. Pero el resplandor de la Ley de
gracia nos da luces para conocer, que lo que es malo en sí, no puede hacerse
lícito por ninguna circunstancia; y que tales acciones o palabras aún en los
más santos, no nos han de servir de regla para dirigir las nuestras). 21, 13
y demudó (…, compuso con este motivo el Salmo 33 en que convida a todos
los justos a que le acompañen y se unan con él para ensalzar el santo nombre
del Señor, y poner toda la confianza en su poderosa protección. David en esta
ocasión fue figura de Jesucristo, cuya muerte en una Cruz fue locura a los ojos
de los gentiles. 1 Cor. 1, 2, 3. Representa asimismo aquellos Cristianos, que
apartándose de las máximas corrompidas de los mundanos sufren los desprecios de
estos, no mereciéndoles otro concepto que el de locos y mentecatos. Si hay
alguno, dice S. Pablo 2 Corintios 11, 19, que quiera pasar por sabio en el
mundo, hágase loco para llegar a ser sabio) su rostro delante de ellos, …
Proverbios 3, 8 Pues esto será sanidad
para tu ombligo, y riego de tus huesos.
Proverbios 4, 10 Escucha, hijo mio, y
recibe mis palabras, para que se multipliquen los años de tu vida (Para que
vivas aquí largamente, y después consigas la felicidad eterna). 11 El camino de
la sabiduría te mostraré, te guiaré por las sendas de la equidad (Por caminos
llanos y derechos, que son los de la justicia y de la verdad): 12 En las cuales
después que hubieres entrado, no se estrecharán tus pasos (El camino que guía a
la vida es estrecho, porque hace frente a todas nuestras pasiones; pero se va
ensanchando y haciendo suave, luego que entramos en él con entera resolución, y
comenzamos a quitar los estorbos que antes nos impedían caminar por él. Salmo
118, 23), y corriendo no tendrás tropiezo. 13 Ten asida la instrucción (En lo
que se significa la vigilancia que hemos de atender a dirigir bien todas
nuestras acciones. Puede significar también los documentos y avisos que Dios
nos da por medio de sus correcciones y castigos paternales), no la dejes:
guárdala, porque ella es tu vida.
Proverbios 5, 22 Sus propias maldades prenden al
impío, y es apretado con las ataduras de sus pecados. 23 Él mismo morirá (de
muerte temporal y eterna), porque no abrazó la amonestacion, y se hallará
engañado de su mucha locura (Porque no comprende que está sobre él la mano de
Dios, y que aquel mismo reposo, ceguedad y tinieblas en que vive, son su mayor
castigo. Todo lo que aquí se dice de la mujer prostituida, se explica también
en sentido alegórico de la Babilonia y corrupción del siglo, en que viven
sumergidos los mundanos).
Tobías
4, 14 No permitas jamás que reine la soberbia en tus sentimientos (El griego:
En tu corazón. Ella es el principio, y fue el origen de la perdición y ruina de
los Ángeles, y de los hombres. La soberbia es el primero y el mayor de todos
los pecados, y por consiguiente el que Dios más aborrece, porque mira a
despojarle de la gloria que a Él solo le pertenece), ó en tus palabras: porque
en ella tomó principio toda la perdición.
Tobías
3, 16 Tú sabes, Señor, que nunca he codiciado varón, y que he conservado mi
alma limpia de toda concupiscencia. 17 Jamás me he acompañado con gente
retozona (Hombres desenvueltos, lascivos, divertidos. El verbo ludere se
entiende frecuentemente en la Escritura de las danzas y bailes; pero aquí se
puede tomar en una significación general de toda suerte de licencia, diversión
o ligereza de ánimo): ni he tenido trato con los que se portan livianamente. 18
Consentí en tomar marido en tu temor, y no por liviandad mía (Es grande lección
para los cristianos que toman el estado del matrimonio). … 20 Porque tu consejo
no está en la potestad del hombre (Puesto que el hombre ni puede, ni debe
penetrar el modo y los designios con que el Señor, con la mayor sabiduría,
gobierna todas las cosas del universo).
21 Mas esto tiene por cierto todo aquel, que te reverencia, que si su
vida se viere en prueba, será coronado: y si estuviere en tribulación, será
librado: y si estuviere en corrección, podrá llegar a tu misericordia. 22
Porque no te deleitas en nuestras pérdicas: puesto que después de la tempestad,
haces la bonanza: y después de las lágrimas y el llanto, infundes la alegría.
24 En aquel tiempo fueron oidas las oraciones de ambos en la presencia gloriosa
del sumo Dios: 25 Y fue enviado el santo Angel del Señor Raphael (Que significa
medicina de Dios, o médico enviado por Dios. San Jerónimo, in Daniel 8, dice,
que cuando Dios quiere curar a alguno envía al santo ángel Rafael, cuyo nombre
nos da a entender, que de Dios nos viene la verdadera medicina, y toda salud),
para curarlos á ambos, cuyas oraciones fueron expuestas á un tiempo delante del
Señor. Tobías 6, 18 Mas tú, cuando la hubieres tomado por mujer, entrando en el
aposento, no llegues á ella en tres días (La continencia durante los tres
primeros días no es una regla para todos. Pero ninguno de los cristianos está
dispensado de consagrar a Dios las primicias de su matrimonio por medio del
sacrificio de un corazón puro, y de una humilde y fervorosa oración,
desterrando cualquier otro pensamiento que no sea el de pedir a Dios en una
santa unión de espíritu y de corazón, que los libre de los asaltos del demonio,
y derrame su bendición sobre ellos y sobre los hijos que han de nacer de su
matrimonio), y en ninguna otra cosa te ocuparás, sino en hacer oracion con
ella. 19 Y aquella misma noche, quemando el hígado del pez, será ahuyentado el
demonio (La primera noche el fuego de la caridad y de la oración ha de consumir
la concupiscencia y los deseos carnales, que se simbolizan en el hígado). 10 Y
la segunda noche serás admitido en el ayuntamiento de los santos patriarcas
(Heredarás el espíritu y la santidad de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob,
para vivir castamente con Sara, como ellos vivieron con sus mujeres). 21 Y la
tercera noche conseguirás bendición (Recibirás la bendición de Dios, que hará
feliz tu matrimonio con los hijos que nacerán de él, y serán como su padre,
dignos hijos de Abraham, conservándoles la salud del cuerpo, y haciendo que por
la santidad de su vida sean el objeto de las complacencias del Señor; y
asimismo el consuelo de sus padres), para que de vosotros nazcan hijos sanos.
22 Y pasada la tercera noche, recibirás la doncella en temor del Señor, llevado
mas bien del amor de tener hijos (Estas pocas palabras son las regla que se ha
de guardar en el uso del matrimonio, el que es santo y agradable a Dios, si va
acompañado de su santo temor, y cierra la puerta a todo lo que puede ofender a
aquel que es la soberana pureza. Y mucho más en la Ley del Evangelio en que
está elevado a un Sacramento que representa la admirable unión de la humanidad
de Jesucristo con su divinidad, y asimismo la unión de Cristo con la Iglesia. Y
con estos designios le recomiendan a los fieles los santos Padres y los
sagrados concilios), que de la pasion, para que consigas en los hijos la
bendicion reservada al linaje de Abraham. Tobías 7, 12 Díjole el Angel: No
temas dársela á este, porque á este que teme á Dios tu hija es debida por
mujer: por esta razon no pudo tenerla otro.
Tobías 8, 4 -6. 4 Entonces Tobías exhortó a la doncella, y le dijo:
Sara, levántate, y hagamos oracion á Dios hoy, y mañana, y despues de mañana:
porque estas tres noches nos juntamos con Dios (Implorando su asistencia, y
pidiéndole que eche su bendición sobre nuestro matrimonio. El concilio de
Trento, sesión 24, de Reformat. Cap. 1, exhorta a los que contraen matrimonio a
que tres días a lo menos antes de consumar el
matrimonio, confiesen sus pecados, y reciban la Eucaristía): y pasada la
tercera noche, harémos vida maridable. 5 Porque somos hijos de santos, y no
podemos juntarnos á manera de los Gentiles, que no conocen á Dios (¡Qué lección
esta para muchos cristianos, que lo son solamente de nombre, cuyos matrimonios
no se diferencian de los de los gentiles, sino en algunas ceremonias de
religión, a las que asisten por un momento, y tienen como puras formalidades,
para vivir después en el matrimonio como idólatras! Los matrimonios serían
siempre felices, si a un amor mutuos se juntase una piedad sólida). 6 Y
levantándose juntamente, rogaban los dos á una con fervor, que les fuese dada
sanidad (Para que el demonio no tuviese poder sobre ellos).
Epístola de San
Juan 2, 19
19 Salieron de entre nosotros (Porque estaban en la Iglesia juntamente
con nosotros), mas no eran de nosotros (Del número de los verdaderos fieles,
del que nos gloriamos ser nosotros): porque si hubieran sido de nosotros
(Porque si hubieran sido del número de los escogidos, que son los miembros
vivos de la Iglesia, que deben permanecer siempre en ella, no se hubieran
separado de nosotros. Pero esto les ha sucedido, para que se vea que no todos
sienten como nosotros), hubieran cierto permanecido con nosotros: mas para que
se vea claro, que no todos son de nosotros.
20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y sabéis todas las cosas (Habéis sido instruidos
por la unción interior del Espíritu Santo, el que os alumbra y dirige para que
conozcáis y practiquéis todo lo que es conducente a vuestra salvación).
21 No os he escrito a vosotros, como si ignoraseis la verdad, mas como
a los que la sabéis: y porque ninguna mentira es jamás de la verdad (Y también,
que de Cristo, que es la verdad, no pueden venir mentiras, ni los errores, con
los que estos hombres perversos vician la sana doctrina).
22 ¿Quién es mentiroso, sino aquel que niega, que Jesús es el Cristo
(El Mesías verdadero, y por consiguiente el Hijo de Dios. El que niega al Hijo,
niega también al Padre; porque el Padre ha declarado de diversas maneras, y con
infinitos milagros, que Jesucristo es su Hijo amado: y así, en vano se gloría
de creer en Dios el que no cree en Jesucristo) Este tal es el Anticristo, que
niega al Padre, y al Hijo.
23. Cualquiera que niega al Hijo, no tiene al Padre. El que confiesa al
Hijo, tiene también al Padre.
24 Lo que oísteis desde el principio, permanezca en vosotros (Perseverad firmes en la
fe, que os fue enseñada desde el principio. Si alguno, aunque sea un Ángel del
cielo, os evangelizare otra cosa, sea anatema. Galat. 1, 8. Y Tertuliano: Se ha
de mantener aquello que la Iglesia recibió de los Apóstoles, y los Apóstoles de
Cristo): Si permaneciere en vosotros lo que oísteis desde el principio,
vosotros también permaneceréis en el Hijo, y en el Padre.
25 Y esta es la promesa que Él nos prometió, la vida eterna (Cuando nuestra unión con
Dios llegue a su perfección, la sustancia de la promesa que nos tiene hecha
será la vida eterna prometida a los que creen)
26 Os he escrito estas cosas sobre aquellos que os engañan (Tocante a
estos impostores que os quieren engañar con astucia diabólica).
27 Y permanezca en vosotros la unción (La gracia del Espíritu Santo.)
que recibisteis de Él. Y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe (Si esta
unción bastaba para todo, ¿a qué fin tanto conato en este santo Apóstol, y en
todos los demás, para dar instrucciones a los fieles? El Apóstol sabía muy bien
que las palabras de los hombres sólo pueden llegar a las orejas del cuerpo; mas
que se necesita que haya un maestro que nos instruya al mismo tiempo en lo
interior. Nuestras palabras por lo que mira a las personas que queremos
instruir, no tienen otro efecto que el que tienen los desvelos de un jardinero
que se aplica a cultivar un árbol; no es él el que forma el fruto que lleva, ni
tiene que ver en lo que se obra en lo interior del árbol. El que planta no es
nada, ni el que riega, dice S. Pablo, 1 Corintios 3, 7, mas es Dios el que lo
hace crecer. Y esto es lo que significan estas palabras de nuestro Apóstol: Su
unción es la que enseña todas las cosas. S. Agustín. Si los herejes quisieran
abrir los ojos, no abusarían de este texto para sus errores): mas como su
unción os enseña en todas las cosas, y es verdad, y no es mentira. Y como ella
os ha enseñado, permaneced en ello.
28 Y ahora, hijitos, permaneced en ello (Perserverad firmes en su
doctrina); para que cuando apareciere (Para que cuando seamos presentados ante
su severo tribunal, nos reconozca por sus ovejas, y no nos separe de sí para
eterna confusión de nuestras almas, privándonos de la vista de su cara),
tengamos confianza, y no seamos confundidos por Él en su venida.
29 Si sabéis que Él es justo, sabed también que todo aquel que hace la
justicia, es nacido de Él (Da a entender que ha renacido en Jesucristo porque
vive según su espíritu; porque como este Señor es la fuente y el principio de
toda justicia, ninguno hay que sea justo sino por Él. Y este nuevo nacimiento
que nos comunica este segundo Adam es tan feliz, como desgraciado el que
traemos del primero.)
Epístola de San
Juan Capítulo 3
1 Considerad cuál caridad nos ha dado el Padre, queriendo que tengamos
nombre de hijos de Dios, y lo seamos (Demuestra la excelencia y los frutos de
esta filiación, para que los fieles hagan el aprecio que merece una honra tan
grande, como es llamarse, y no solamente llamarse, sino ser en realidad hijos de
Dios por gracia y por adopción. Por esta calidad que tenemos de hijos de Dios,
no nos conoce el mundo, que son los mundanos y los infieles; y no hay que
extrañarlo, ni tampoco que ellos nos aborrezcan, maltraten o persigan; porque
lo mismo hicieron con el Hijo de Dios: y por la misma razón que ellos no
conocen a Dios, tampoco conocen a sus hijos. Juan 15, 18, 21.). Por esto el
mundo no nos conoce: porque no le conoce a Él.
2 Carísimos ahora somos hijos de Dios: y no aparece aún ( No ha llegado
todavía el tiempo, en que se hará conocer a todos los hombres y particularmente
a los incrédulos la excelencia y grandeza de esta dignidad. Y cuando llegue
aquel tiempo sabemos, y verán todos, que seremos semejantes al mismo Dios por
la gloria del alma y del cuerpo; porque le veremos cara a cara, esto es, en su
misma esencia. Los teólogos llaman intuitiva a esta visión. Colosenses 3, 3; 2
Corintios 3, 18. Beda lo explica de Jesucristo: seremos semejantes a Él, porque
resucitaremos como Él resucitó en un cuerpo glorificado.) lo que habemos de
ser. Sabemos que cuando Él apareciera, seremos semejantes a Él: por cuanto
nosotros le veremos tan como Él es.
3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en Él (El que tiene y alimenta
en su corazón esta grande esperanza, debe procurar por todos los medios
santificar su alma, para ser semejante a Aquel que es santo por esencia, o la
misma santidad), se santifica a sí mismo, así como él es santo.
4 Todo aquel que hace pecado, hace también injusticia (Cometer un
pecado es apartarse de la justicia y de la rectitud que pide la Ley; porque el
pecado es una iniquidad, o desobediencia y transgresión de la Ley; y así en el
Griego se llama ... . Sabéis que el Verbo eterno se encarnó para quitar y
llevar sobre Sí nuestros pecados, siendo Él por su naturaleza impecable. Luego
el que peca, lejos de santificarse y parecerse a Él, pretende hacer lo
contrario de lo que Jesucristo se propuso cuando vino al mundo, e intenta con
sus pecados cargar más y más a Jesucristo, y echar por tierra el misterio de la
Encarnación, resistiendo al divino Redentor, cuyo designio fue destruir el
pecado. De todo lo cual se infiere, que el que no peca, permanece en
Jesucristo; y por el contrario que el que peca, no conoce a Jesucristo con un
conocimiento efectivo, y con la luz de una fe viva, que obra por la caridad.);
porque el pecado es injusticia.
5 Y sabéis que ÉL apareció para quitar nuestros pecados: y no hay
pecado en Él.
6 Todo aquel que permanece en Él, no peca: y todo el que peca, no le ha
visto, ni le ha conocido.
7 Hijitos, no os engañe ninguno (Pretendiendo persuadiros que no son
necesarias las buenas obras para salvarse, y que basta para esto la fe: porque
yo os hago saber, que es justo solamente aquel que cree y que obra. Este imita
a Jesucristo en la justicia. La partícula como, sólo denota semejanza. S.
Tomás). El que hace justicia, justo es. así como Él también es justo.
8 El que ( Juan 8, 44) comete pecado, es del diablo (Porque sigue las
sugestiones, la doctrina y el espíritu del demonio): porque el diablo desde el
principio peca (El demonio fue el primero que pecó, y el que tentó al primer
hombre para que pecase; y todos los días nos tienta para lo mismo. Y el Hijo de
Dios vino al mundo para destruir las obras del diablo, como con la injusticia,
la mentira y el pecado). Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las
obras del diablo.
9 Todo aquel que es nacido de Dios, no hace pecado (Ni peca, ni puede
pecar, mientras conserva la gracia del nuevo nacimiento que ha recibido de
Dios, y mientras la caridad, que es la simiente de Dios derramada en su
corazón, habite en él. S. Jerónimo. EL pecado de que se habla en este lugar, es
el pecado mortal. No peca, ni puede pecar, o perseverar finalmente en el
pecado, si es predestinado. S. Fulg. Pero de aquí no se infiere que sea
impecable, como definió el Concil. Trid. Sess. 6, Cap. 23. Y expresamente
enseña S. Tomás con todos los teólogos): porque su simiente está en él, y no
puede pecar, porque es nacido de Dios.
10. En esto son conocidos los hijos de Dios, y los hijos del diablo.
Todo aquel que no es justo, no es de Dios, y el que no ama a su hermano (El que
ama a su hermano cumplió la Ley; porque la caridad es el cumplimiento de la
Ley. Roman. 13, 8, 10):
11 Porque esta es la doctrina, que habéis oído desde el principio (Juan
13, 34; y 15, 12), que os améis unos a otros.
12 No así (Génesis 4, 8) , como Caín, que era del maligno y mató
a su hermano. Y ¿por qué lo mató? Porque sus obras eran malas; y las de su
hermano buenas (La envidia que concibió de la virtud de su hermano Abel, viendo
que los sacrificios de este eran agradables a Dios, y no los suyos, encendió en
su corazón un odio irreconciliable, que le arrastró a cometer el primer
fratricidio que hubo en el mundo, dando muestras de que no era hijo de Dios,
sino del diablo).
13 No extrañéis, hermanos, si os aborrece el mundo (Y así no extrañéis
que el mundo por el mismo motivo os aborrezca, no pudiendo sufrir vuestra
virtud.).
14 Nosotros sabemos que hemos sido trasladados de muerte a vida (De la
muerte del pecado a la vida de la gracia: porque el amor verdadero del prójimo
es indicio cierto de la justicia. El amor de Dios es la vida del alma, y en
este se comprende el amor del prójimo; y de aquí se infiere por el contrario,
que el que no ama como debe a su prójimo no goza de la vida del alma, que nada
del amor de Dios, y por consiguiente está muerto para Dios.), en que amamos a
los hermanos (Levítico 19, 17; Supra 11, 10). El que no ama, está en muerte:
15 Cualquiera que aborrece a su hermano es homicida (El que aborrece de
corazón a su hermano, es ya homicida en su ánimo; porque la disposición que
tiene interiormente, es de quitarle la vida. S. Jerónimo). Y sabéis que ningún
homicida tiene vida eterna que permanezca en sí mismo (Porque si Dios mandaba que
el homicida fuese exterminado de su pueblo; mucho menos podrá tener lugar en la
ciudad de los bienaventurados, en la que solo puede caber la inocencia).
16 En (Juan 15, 13) esto hemos conocido la caridad de Dios, en que puso
Él su vida por nosotros: y nosotros debemos poner nuestra vida por los hermanos
(Estar prontos para morir, si fuere necesario, por la salud espiritual de
nuestros hermanos. Juan 15, 13).
17 El que (Luc 3, 11; Jacob 2, 10) tuviere riquezas de este
mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas (Le
negare con crueles entrañas lo que necesita para salir de la miseria en que se
halla. Y si le niega esto, ¿cómo podrá persuadir que está pronto a ofrecer su
vida por su salud? De aquí se ve, que no ama de veras a su hermano, y por
consiguiente ni tampoco a Dios, y que el amor de este Señor no habita en su
corazón. Grande culpa, si sabiéndolo tú, tu hermano se halla necesitado, dice
S. Ambrosio), ¿cómo está la caridad de Dios en él?
18 Hijitos míos, no amemos de palabra, ni de lengua, sino de obra, y de
verdad.
HISTORIA.
Dios creó al hombre a imagen y semejanza suya (Génesis 1, 27; véase
Mateo 19, 3-4; y Marcos 10, 5-6).
Dios formó al hombre del lodo de la tierra, e inspirole en el rostro un soplo de vida, y quedó hecho el hombre, ser con alma viviente (Génesis 2, 7; véase 1 Corintios 15, 47).
Tomó Dios al hombre y lo puso en el paraíso de las delicias para que lo cultivase y guardase (Génesis 2, 15), y le dio también este precepto diciendo: puedes comer del fruto de todos los árboles del paraíso: mas del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas (Génesis 2, 16 y 17). Pero el hombre no obedió a Dios (Génesis 3); y el Señor Dios echa al hombre del paraíso de deleites para que trabajase la tierra, de que fue formado (Génesis 3,23), después de haberles prometido un redentor (Génesis 3, 15; véase Juan 14, 30, Apocalipsis 20, 2-3, e Isaías 24, 20).
Eva concibió y parió a Caín diciendo: He adquirido un hombre por merced de Dios (Génesis 4, 1), y parió después a su hermano Abel (Génesis 4, 2).
Caín presentó al Señor una ofrenda de los frutos de la tierra; y Abel, de los primerizos de su ganado, y de lo mejor de ellos: y el Señor miró con agrado a Abel y a sus ofrendas (Génesis 4, 4; véase Hebreos 11, 4: Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio más excelente que el de Caín, y fue declarado justo, dándole el mismo Dios testimonio de que aceptaba sus dones; y por la fe habla todavía estando muerto).
Pero de Caín y de las ofrendas suyas no hizo caso: por lo que Caín se irritó sobremanera, y decayó su semblante (Génesis 4,5).
Y le dijo el Señor a Caín: ¿Por qué motivo andas enojado? Y ¿Por qué está demudado tu rostro? (Génesis 4, 6).
¿No es cierto que si obras bien erguirás la cabeza; pero si mal, el pecado estará siempre a tu puerta? Él te hace sentir su atractivo, pero tú puedes dominarlo (Génesis 4, 7).
Dijo después Caín a su hermano Abel: salgamos fuera. Y estando los dos en el campo, Caín acometió a su hermano Abel y le mató (Génesis 4, 8; Véase Judas 11: Desdichados de ellos, que han seguido el camino de Caín, y perdidos como Balaam por el deseo de una recompensa, se desenfrenaron, e imitando la rebelión de Coré perecerán; véase 2 Pedro 2, 15: Han dejado el camino recto y se han descarriado, siguiendo la senda de Balaam de Bosor, el cual codició el premio de la maldad; y véase Números 22, 12: Dijo Dios entonces a Balaam: no vayas con ellos, ni maldigas a ese pueblo, siendo como es, bendito).
Preguntole el Señor a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y respondió: no lo sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? (Génesis 4, 9; véase Juan 8, 44: Vosotros tenéis por padre al diablo, y queréis cumplir los dones de vuestro padre. Él es homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él: Cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira; véase 1 Juan 3, 6: Quien comete pecado, del diablo es, porque el diablo desde el momento de su caída continúa pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo; véase Juan 12, 31: Ahora va ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va ser lanzado fuera; véase Juan 12, 32-33: Y cuando Yo sea levantado en la tierra atraeré a todos hacia Mí [véase Juan 3, 14-15: Al modo que Moisés en el desierto, levanté la serpiente de bronce (Números 21, 4-9); así es menester que el Hijo del hombre sea levantado 15 para que todo aquel que crea en Él no perezca, sino que logre la vida eterna]. 33 Esto lo decía para significar de qué muerte había de morir; véase Mateo 12, 29-32: O ¿Cómo es posible que uno entre en la casa de algún hombre valiente, y le robe sus bienes, si primero no ata bien al valiente?; entonces podrá saquearle la casa . 30 El que no está conmigo, está contra Mí, y el que conmigo no recoge, desparrama. 31 Por lo cual os declaro: que cualquier pecado y cualquier blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no se perdonará. 32 Asimismo a cualquiera que hable contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero a quien hablare contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en esta vida ni en la otra.) Replicole el Señor a Caín: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano está clamando a Mí desde la tierra (véase Hebreos 12, 24: Y a Jesús mediador de la Nueva Alianza, y a la aspersión de aquella sangre que habla mejor que la de Abel). Caín tuvo descendencia (Génesis 4, 17-22).
Adán tuvo otro hijo, a quien puso por nombre Set, diciendo: Dios me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín (Génesis 4, 25). También a Set le nació un hijo, que llamó Enós; éste comenzó a invocar el nombre del Señor (Génesis 4, 26).
“Los días de Adán, después que engendró a Set, fueron 800 años, y engendró hijos e hijas” (Génesis 5, 4).
Adán se murió con 930 años (Génesis 5, 5) y Set con 912 años (Génesis 5, 8), y estos fueron los años que vivieron en la línea sucesoria de Set hasta Noé, engendrando todos los anteriores a Noé, además, más hijos e hijas (Génesis 3, 5, 10, 13, 16, y 30): Eron, 905 (Génesis 5, 11); Cainán, 910 (Génesis 5, 14), Malaleel, 895 ( Génesis 5, 17); Jared, 962 (Génesis 5, 20); Henoc, 375 (Génesis 5, 23), al cual Dios se llevó (Génesis 5, 24), Matusalem, 969 (Génesis 4, 27); Lamec, 777 (Génesis 5, 31).
Cuando Noé tuvo quinientos años, engendró a Sem, a Cam, y a Jafet (Génesis 5, 32), y de estos se propagó el género humano sobre toda la tierra (Génesis 9, 19) después del diluvio.
Viendo los hijos de Dios la hermosura de las hijas de los hombres, tomaron de entre todas ellas por mujeres las que más les agradaron (Génesis 6, 2).
Dijo entonces Dios: no permanecerá Mi Espíritu en el hombre para siempre, porque es carnal; y sus días serán ciento y veinte años (Génesis 6, 3; véase Galatas 5, 16-17: “Digo, pues: proceded según el Espíritu y no satisfaréis los apetitos de la carne. 17 Porque la carne tiene deseos contrarios a los del Espíritu, y el Espíritu los tiene contrarios a los de la carne, como que son cosas entre sí opuestas; por cuyo motivo no hacéis vosotros todo aquello que queréis).
Viendo, pues, Dios ser mucha la malicia de los hombres en la tierra, y que todos los pensamientos de su corazón se dirigían al mal continuamente (Génesis 6, 5; véase Mateo 15, 19-20: Porque del corazón es de donde salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios y blasfemias. 20 Estas cosas sí que manchan al hombre, mas el comer sin lavarse las manos, eso no le mancha).
Mas Noé halló gracia a los ojos del Señor (Génesis 6, 8).
Esta es la historia de Noé: Noé era un varón justo e íntegro y andaba con Dios (Génesis 6, 9; véase Lucas 1, 6: “Ambos eran justos a los ojos de Dios, guardando irreprensiblemente todos los mandamientos, y leyes del Señor”, refiriéndose a Zacarías e Isabel).
Después de que cesase el diluvio y de que Noé hubiese comprobado que las aguas dejaban de cubrir la tierra, Dios habló a Noé, diciendo: Sal del Arca, tú y tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo. Saca también fuera contigo todos los animales que tienes dentro, de toda casta, tanto de aves como de bestias y de todos los reptiles, que andan arrastrando sobre la tierra: propagaos y multiplicaos sobre ella (Génesis 8, 14-17).
Y después de obedecer este mandato del Señor, Noé edificó un Altar al Señor y ofreció holocaustos sobre el Altar (Génesis 8, 20). Y el Señor se complació en aquel olor de suavidad, y dijo: nunca más maldeciré la tierra por las culpas de los hombres, atento a que los sentidos y pensamientos del corazón humano están inclinados al mal desde su mocedad; no castigaré, pues, más a todos los vivientes como he hecho (Génesis 8, 21; véase Efesios 4, 17: os advierto, pues, y yo os conjuro de parte del Señor, que ya no viváis como los gentiles que proceden según la vanidad de sus pensamientos (véase Romanos 1, 21, 22: Porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; sino que devanearon en sus discípulos, y quedó su insensato corazón lleno de tinieblas. 22 Y mientras se jactaban de sabios, pararon en ser unos necios, véase 1 Corintios 1, 18-31; 1 Corintios 1, 21: Porque ya que el mundo a vista de la sabiduría divina no conoció a Dios por medio de la ciencia, plugo a Dios salvar a los que creyesen en Él por medio de la locura de la predicación).
Alianza de Dios con Noé. Génesis 9, 1-17; Génesis 9, 5-6: “... ; al hombre pediré cuenta de la sangre del hombre y a cada uno de la vida de su hermano. 6 Derramada será la sangre de cualquiera que derrame sangre humana: porque a imagen de Dios fue creado el hombre” (véase Santiago 3, 8-9: mas la lengua ningún hombre puede domarle. Ella es un mal que no puede atajarse, y está llena de mortal veneno. 9 Con ella bendecimos a Dios Padre, y con la misma maldecimos a los hombres los cuales son formados a semejanza de Dios); Génesis 9, 4: Excepto que no habéis de comer la carne con sangre.
De los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, se propagó el género humano sobre la tierra (Génesis 9, 18). Todos tuvieron descendencia, y se repartieron en sus pueblos y naciones, de las cuales se propagaron los pueblos sobre la tierra después del diluvio (Génesis 10, 32; véase Génesis 9, 18-10, 32).
Noé, al saber lo que había hecho con él su hijo menor, dijo: “Maldito sea Canaán, esclavo será de los esclavos de sus hermanos. Y añadió: Bendito el Señor Dios de Sem, sea Canaán esclavo suyo. Dilate Dios a Jafet, y habite en las tierras de Sem, y sea Canaán su esclavo. “ (Génesis 9, 24-27; véase Efesios 3, 5-6: Que en otras edadas no fue conocido de los hijos de los hombres, en la manera que ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; véase 1 Corintios 2, 7: Sino que hablamos la sabiduría de Dios, misteriosa, que ha permanecido oculta, la cual predestinó Dios antes de los siglos para gloria nuestra; Colosenses 1, 26-27: El misterio escondido a los siglos y generaciones, y que ahora ha sido revelado a sus santos. 27 A quienes Dios ha querido hacer patentes las riquezas de la Gloria de este Misterio entre las naciones, el cual es Cristo, esperanza de vuestra Gloria; Gálatas 3, 28: No hay judío ni griego, ni siervo ni libre; ni hombre ni mujer. Porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús; Hechos de los Apóstoles 26, 17-18: Y yo te libraré de este pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora te envío. 18 A abrirles los ojos para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de satanás a Dios, y con esto reciban la remisión de sus pecados, y tengan parte en la herencia de los santos, mediante la fe en Mí; véase Hechos 17, 30; 20, 32; Romanos 3, 23-25; Isaías 35, 5-10; Mateo 11, 5; Isaías 29, 18-24; Isaías 61, 1; y Lucas 4, 18).
Los hombres, que entonces no tenían sino que un solo lenguaje, dijeron: “vamos a edificar una ciudad y una torre, cuya cima llegue hasta el cielo: y hagamos célebre nuestro nombre antes de esparcirnos por toda la faz de la tierra”. Dios confundió su lenguaje y los esparció por todas la regiones (Génesis 11, 1-9; véase Lucas 1, 51: Hizo alarde del poder su su brazo; deshizo las miras del corazón de los soberbios).
Esto ocurrió en tiempo de Phales, descendiente de Sem que nace 101 años después del diluvio: derriba Dios la soberbia y vanos pensamientos de los hombres, los cuales para hacer célebre y eternizar su nombre, quieren fabricar una ciudad, y una torre, que con su punta tocase hasta los cielos. El Señor confunde su lengua, haciendo que unos a otros no se entiendan. Por esta razón fue llamada Babel; Dios los esparce por toda la superficie de la tierra, de manera que Sem con los suyos ocupan la Siria, y el resto de Asia: Cham el Egipto, y lo demás del África: Y Japhet la Europa.
Según la Biblia anotada por Scio de Miguel, Abram desciende de Sem (hijo de Noé), y nace unos 290 años después de que Sem engendrase a Arphaxad, a los 100 años de edad, en la línea sucesoria de Abram.
A los 2095 años del mundo, “quejándose Abram a Dios por no tener heredero que le suceda, le promete el Señor un hijo que le heredaría, cuya posteridad se había de multiplicar como las estrellas del cielo (Génesis 15). Da crédito Abram a esta promesa, y es justificado por su fe (Romanos 4, 3): ofrece un sacrificio que el Señor le ordena, como señal de la tierra prometida: ahuyenta las aves que venían sobre las víctimas, las cuales son devoradas con fuego bajado del cielo: y Dios en un sueño le significa, que sus descendientes padecerían en Egipto una esclavitud de 400 años (Hechos 7, 6, 7), de la que por último serían librados, y pasarían a la tierra de Chanaan para ser señores de ella.”
A los 2107 años del mundo, “Dios hace un concierto con Abram: instituye el sacramento de la circuncisión: y muda el nombre de los dos consortes: ...” (véase Génesis 9, 28-29), pasando a llamarse Abraham y Sarai.
Taré, descendiente de Sem, engendró a Abram, Nacor y Arán. Y Narán engendró a Lot.
Abrahám, padre de los creyentes, muere a los 175 años (en el año 2183 del mundo; y 1817 años antes del Mesías); de Abrahám nace Isaac, hijo de la promesa (en el año 2018 años del mundo, y 1892 años antes del Mesías). Renueva y confirma el Señor a Isaac las promesas, que había hecho antes a Abrahám. Isaac tiene dos hijos: Esaú y Jacob.
Jacob por el consejo de su madre arrebata a su hermano la bendición del padre.
Jacob tiene 12 hijos varones. Varios hermanos venden a su hermano Joseph a unos ismaelitas, y posteriormente Joseph es vendido a Putifar en Egipto.
Según la Biblia traducida y anotada por Scio de Miguel, en el año 3828 del mundo, tuvo lugar el principio del reinado de Antíoco IV Epiphanes. A los 3836 años del mundo, Antíoco despoja el templo, y el templo es profanado; Antíoco IV muere 4 años después, a los 3840 años del mundo.
A los 3843 años del mundo, tiene lugar la primera alianza de los judíos con los romanos.
Después de Antíoco IV, Antíoco V Euphator reina unos 15 años.
Dios formó al hombre del lodo de la tierra, e inspirole en el rostro un soplo de vida, y quedó hecho el hombre, ser con alma viviente (Génesis 2, 7; véase 1 Corintios 15, 47).
Tomó Dios al hombre y lo puso en el paraíso de las delicias para que lo cultivase y guardase (Génesis 2, 15), y le dio también este precepto diciendo: puedes comer del fruto de todos los árboles del paraíso: mas del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas (Génesis 2, 16 y 17). Pero el hombre no obedió a Dios (Génesis 3); y el Señor Dios echa al hombre del paraíso de deleites para que trabajase la tierra, de que fue formado (Génesis 3,23), después de haberles prometido un redentor (Génesis 3, 15; véase Juan 14, 30, Apocalipsis 20, 2-3, e Isaías 24, 20).
Eva concibió y parió a Caín diciendo: He adquirido un hombre por merced de Dios (Génesis 4, 1), y parió después a su hermano Abel (Génesis 4, 2).
Caín presentó al Señor una ofrenda de los frutos de la tierra; y Abel, de los primerizos de su ganado, y de lo mejor de ellos: y el Señor miró con agrado a Abel y a sus ofrendas (Génesis 4, 4; véase Hebreos 11, 4: Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio más excelente que el de Caín, y fue declarado justo, dándole el mismo Dios testimonio de que aceptaba sus dones; y por la fe habla todavía estando muerto).
Pero de Caín y de las ofrendas suyas no hizo caso: por lo que Caín se irritó sobremanera, y decayó su semblante (Génesis 4,5).
Y le dijo el Señor a Caín: ¿Por qué motivo andas enojado? Y ¿Por qué está demudado tu rostro? (Génesis 4, 6).
¿No es cierto que si obras bien erguirás la cabeza; pero si mal, el pecado estará siempre a tu puerta? Él te hace sentir su atractivo, pero tú puedes dominarlo (Génesis 4, 7).
Dijo después Caín a su hermano Abel: salgamos fuera. Y estando los dos en el campo, Caín acometió a su hermano Abel y le mató (Génesis 4, 8; Véase Judas 11: Desdichados de ellos, que han seguido el camino de Caín, y perdidos como Balaam por el deseo de una recompensa, se desenfrenaron, e imitando la rebelión de Coré perecerán; véase 2 Pedro 2, 15: Han dejado el camino recto y se han descarriado, siguiendo la senda de Balaam de Bosor, el cual codició el premio de la maldad; y véase Números 22, 12: Dijo Dios entonces a Balaam: no vayas con ellos, ni maldigas a ese pueblo, siendo como es, bendito).
Preguntole el Señor a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y respondió: no lo sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? (Génesis 4, 9; véase Juan 8, 44: Vosotros tenéis por padre al diablo, y queréis cumplir los dones de vuestro padre. Él es homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él: Cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira; véase 1 Juan 3, 6: Quien comete pecado, del diablo es, porque el diablo desde el momento de su caída continúa pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo; véase Juan 12, 31: Ahora va ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va ser lanzado fuera; véase Juan 12, 32-33: Y cuando Yo sea levantado en la tierra atraeré a todos hacia Mí [véase Juan 3, 14-15: Al modo que Moisés en el desierto, levanté la serpiente de bronce (Números 21, 4-9); así es menester que el Hijo del hombre sea levantado 15 para que todo aquel que crea en Él no perezca, sino que logre la vida eterna]. 33 Esto lo decía para significar de qué muerte había de morir; véase Mateo 12, 29-32: O ¿Cómo es posible que uno entre en la casa de algún hombre valiente, y le robe sus bienes, si primero no ata bien al valiente?; entonces podrá saquearle la casa . 30 El que no está conmigo, está contra Mí, y el que conmigo no recoge, desparrama. 31 Por lo cual os declaro: que cualquier pecado y cualquier blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no se perdonará. 32 Asimismo a cualquiera que hable contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero a quien hablare contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en esta vida ni en la otra.) Replicole el Señor a Caín: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano está clamando a Mí desde la tierra (véase Hebreos 12, 24: Y a Jesús mediador de la Nueva Alianza, y a la aspersión de aquella sangre que habla mejor que la de Abel). Caín tuvo descendencia (Génesis 4, 17-22).
Adán tuvo otro hijo, a quien puso por nombre Set, diciendo: Dios me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín (Génesis 4, 25). También a Set le nació un hijo, que llamó Enós; éste comenzó a invocar el nombre del Señor (Génesis 4, 26).
“Los días de Adán, después que engendró a Set, fueron 800 años, y engendró hijos e hijas” (Génesis 5, 4).
Adán se murió con 930 años (Génesis 5, 5) y Set con 912 años (Génesis 5, 8), y estos fueron los años que vivieron en la línea sucesoria de Set hasta Noé, engendrando todos los anteriores a Noé, además, más hijos e hijas (Génesis 3, 5, 10, 13, 16, y 30): Eron, 905 (Génesis 5, 11); Cainán, 910 (Génesis 5, 14), Malaleel, 895 ( Génesis 5, 17); Jared, 962 (Génesis 5, 20); Henoc, 375 (Génesis 5, 23), al cual Dios se llevó (Génesis 5, 24), Matusalem, 969 (Génesis 4, 27); Lamec, 777 (Génesis 5, 31).
Cuando Noé tuvo quinientos años, engendró a Sem, a Cam, y a Jafet (Génesis 5, 32), y de estos se propagó el género humano sobre toda la tierra (Génesis 9, 19) después del diluvio.
Viendo los hijos de Dios la hermosura de las hijas de los hombres, tomaron de entre todas ellas por mujeres las que más les agradaron (Génesis 6, 2).
Dijo entonces Dios: no permanecerá Mi Espíritu en el hombre para siempre, porque es carnal; y sus días serán ciento y veinte años (Génesis 6, 3; véase Galatas 5, 16-17: “Digo, pues: proceded según el Espíritu y no satisfaréis los apetitos de la carne. 17 Porque la carne tiene deseos contrarios a los del Espíritu, y el Espíritu los tiene contrarios a los de la carne, como que son cosas entre sí opuestas; por cuyo motivo no hacéis vosotros todo aquello que queréis).
Viendo, pues, Dios ser mucha la malicia de los hombres en la tierra, y que todos los pensamientos de su corazón se dirigían al mal continuamente (Génesis 6, 5; véase Mateo 15, 19-20: Porque del corazón es de donde salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios y blasfemias. 20 Estas cosas sí que manchan al hombre, mas el comer sin lavarse las manos, eso no le mancha).
Mas Noé halló gracia a los ojos del Señor (Génesis 6, 8).
Esta es la historia de Noé: Noé era un varón justo e íntegro y andaba con Dios (Génesis 6, 9; véase Lucas 1, 6: “Ambos eran justos a los ojos de Dios, guardando irreprensiblemente todos los mandamientos, y leyes del Señor”, refiriéndose a Zacarías e Isabel).
Después de que cesase el diluvio y de que Noé hubiese comprobado que las aguas dejaban de cubrir la tierra, Dios habló a Noé, diciendo: Sal del Arca, tú y tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo. Saca también fuera contigo todos los animales que tienes dentro, de toda casta, tanto de aves como de bestias y de todos los reptiles, que andan arrastrando sobre la tierra: propagaos y multiplicaos sobre ella (Génesis 8, 14-17).
Y después de obedecer este mandato del Señor, Noé edificó un Altar al Señor y ofreció holocaustos sobre el Altar (Génesis 8, 20). Y el Señor se complació en aquel olor de suavidad, y dijo: nunca más maldeciré la tierra por las culpas de los hombres, atento a que los sentidos y pensamientos del corazón humano están inclinados al mal desde su mocedad; no castigaré, pues, más a todos los vivientes como he hecho (Génesis 8, 21; véase Efesios 4, 17: os advierto, pues, y yo os conjuro de parte del Señor, que ya no viváis como los gentiles que proceden según la vanidad de sus pensamientos (véase Romanos 1, 21, 22: Porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; sino que devanearon en sus discípulos, y quedó su insensato corazón lleno de tinieblas. 22 Y mientras se jactaban de sabios, pararon en ser unos necios, véase 1 Corintios 1, 18-31; 1 Corintios 1, 21: Porque ya que el mundo a vista de la sabiduría divina no conoció a Dios por medio de la ciencia, plugo a Dios salvar a los que creyesen en Él por medio de la locura de la predicación).
Alianza de Dios con Noé. Génesis 9, 1-17; Génesis 9, 5-6: “... ; al hombre pediré cuenta de la sangre del hombre y a cada uno de la vida de su hermano. 6 Derramada será la sangre de cualquiera que derrame sangre humana: porque a imagen de Dios fue creado el hombre” (véase Santiago 3, 8-9: mas la lengua ningún hombre puede domarle. Ella es un mal que no puede atajarse, y está llena de mortal veneno. 9 Con ella bendecimos a Dios Padre, y con la misma maldecimos a los hombres los cuales son formados a semejanza de Dios); Génesis 9, 4: Excepto que no habéis de comer la carne con sangre.
De los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, se propagó el género humano sobre la tierra (Génesis 9, 18). Todos tuvieron descendencia, y se repartieron en sus pueblos y naciones, de las cuales se propagaron los pueblos sobre la tierra después del diluvio (Génesis 10, 32; véase Génesis 9, 18-10, 32).
Noé, al saber lo que había hecho con él su hijo menor, dijo: “Maldito sea Canaán, esclavo será de los esclavos de sus hermanos. Y añadió: Bendito el Señor Dios de Sem, sea Canaán esclavo suyo. Dilate Dios a Jafet, y habite en las tierras de Sem, y sea Canaán su esclavo. “ (Génesis 9, 24-27; véase Efesios 3, 5-6: Que en otras edadas no fue conocido de los hijos de los hombres, en la manera que ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; véase 1 Corintios 2, 7: Sino que hablamos la sabiduría de Dios, misteriosa, que ha permanecido oculta, la cual predestinó Dios antes de los siglos para gloria nuestra; Colosenses 1, 26-27: El misterio escondido a los siglos y generaciones, y que ahora ha sido revelado a sus santos. 27 A quienes Dios ha querido hacer patentes las riquezas de la Gloria de este Misterio entre las naciones, el cual es Cristo, esperanza de vuestra Gloria; Gálatas 3, 28: No hay judío ni griego, ni siervo ni libre; ni hombre ni mujer. Porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús; Hechos de los Apóstoles 26, 17-18: Y yo te libraré de este pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora te envío. 18 A abrirles los ojos para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de satanás a Dios, y con esto reciban la remisión de sus pecados, y tengan parte en la herencia de los santos, mediante la fe en Mí; véase Hechos 17, 30; 20, 32; Romanos 3, 23-25; Isaías 35, 5-10; Mateo 11, 5; Isaías 29, 18-24; Isaías 61, 1; y Lucas 4, 18).
Los hombres, que entonces no tenían sino que un solo lenguaje, dijeron: “vamos a edificar una ciudad y una torre, cuya cima llegue hasta el cielo: y hagamos célebre nuestro nombre antes de esparcirnos por toda la faz de la tierra”. Dios confundió su lenguaje y los esparció por todas la regiones (Génesis 11, 1-9; véase Lucas 1, 51: Hizo alarde del poder su su brazo; deshizo las miras del corazón de los soberbios).
Esto ocurrió en tiempo de Phales, descendiente de Sem que nace 101 años después del diluvio: derriba Dios la soberbia y vanos pensamientos de los hombres, los cuales para hacer célebre y eternizar su nombre, quieren fabricar una ciudad, y una torre, que con su punta tocase hasta los cielos. El Señor confunde su lengua, haciendo que unos a otros no se entiendan. Por esta razón fue llamada Babel; Dios los esparce por toda la superficie de la tierra, de manera que Sem con los suyos ocupan la Siria, y el resto de Asia: Cham el Egipto, y lo demás del África: Y Japhet la Europa.
Según la Biblia anotada por Scio de Miguel, Abram desciende de Sem (hijo de Noé), y nace unos 290 años después de que Sem engendrase a Arphaxad, a los 100 años de edad, en la línea sucesoria de Abram.
A los 2095 años del mundo, “quejándose Abram a Dios por no tener heredero que le suceda, le promete el Señor un hijo que le heredaría, cuya posteridad se había de multiplicar como las estrellas del cielo (Génesis 15). Da crédito Abram a esta promesa, y es justificado por su fe (Romanos 4, 3): ofrece un sacrificio que el Señor le ordena, como señal de la tierra prometida: ahuyenta las aves que venían sobre las víctimas, las cuales son devoradas con fuego bajado del cielo: y Dios en un sueño le significa, que sus descendientes padecerían en Egipto una esclavitud de 400 años (Hechos 7, 6, 7), de la que por último serían librados, y pasarían a la tierra de Chanaan para ser señores de ella.”
A los 2107 años del mundo, “Dios hace un concierto con Abram: instituye el sacramento de la circuncisión: y muda el nombre de los dos consortes: ...” (véase Génesis 9, 28-29), pasando a llamarse Abraham y Sarai.
Taré, descendiente de Sem, engendró a Abram, Nacor y Arán. Y Narán engendró a Lot.
Abrahám, padre de los creyentes, muere a los 175 años (en el año 2183 del mundo; y 1817 años antes del Mesías); de Abrahám nace Isaac, hijo de la promesa (en el año 2018 años del mundo, y 1892 años antes del Mesías). Renueva y confirma el Señor a Isaac las promesas, que había hecho antes a Abrahám. Isaac tiene dos hijos: Esaú y Jacob.
Jacob por el consejo de su madre arrebata a su hermano la bendición del padre.
Jacob tiene 12 hijos varones. Varios hermanos venden a su hermano Joseph a unos ismaelitas, y posteriormente Joseph es vendido a Putifar en Egipto.
Según la Biblia traducida y anotada por Scio de Miguel, en el año 3828 del mundo, tuvo lugar el principio del reinado de Antíoco IV Epiphanes. A los 3836 años del mundo, Antíoco despoja el templo, y el templo es profanado; Antíoco IV muere 4 años después, a los 3840 años del mundo.
A los 3843 años del mundo, tiene lugar la primera alianza de los judíos con los romanos.
Después de Antíoco IV, Antíoco V Euphator reina unos 15 años.
VERSÍCULOS DEL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 13-17, Y VERSÍCULOS DEL
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO, con anotaciones de Scio de Miguel (S.M.), Anselmo
Petite (A.P.), y Torres Amat (T.A.).
Juan 13, 34: Un nuevo mandamiento (S.M.: Levit 19, 18; Mateo 22, 39;
Juan 15, 12; también las mismas referencias en A.P. en el mismo versículo) os
doy, y es (T.A. : Levit 19, 18) (S.M.: Este mandamiento, aunque había sido de
todos tiempos, se llama nuevo; porque Jesucristo lo establece nuevamente,
elevándolo a una nueva perfección poniendo el amor, que Él tuvo a los hombres,
por regla y pauta del que sus discípulos se debían tener los unos a los otros,
y dejándoselo por distintivo y carácter de los cristianos, y divisa de la ley
nueva del Evangelio. Lo llama nuevo, para mostrar que lo debemos tener siempre
presente como una cosa nueva) (A.P.: El precepto de la mutua caridad no es
nuevo, sino de todos los tiempos, y tan antiguo como el mundo. Pero le llama Jesucristo nuevo, o
porque, aunque estaba escrito en la Ley y los Profetas, apenas tenía uso entre
los hombres, y Jesucristo le restauró y renovó: o como explican los Padres,
porque no como quiera manda el Señor que nos amemos unos a otros, sino que nos
amemos, como Él nos amó: lo que eleva este amor a una nueva excelencia y
perfección. Véanse S. Crisóstomo, S. Cirilo, Teodoreto y Eutimio sobre este
lugar) : Que os améis los unos a los otros, así como Yo os he amado, para que
vosotros os améis también entre vosotros mismos (T.A.: No del modo que los
escribas y fariseos enseñan que se ha de amar al prójimo, sino de un modo más
perfecto y nuevo en el mundo).
Juan 13, 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si
tuviereis caridad entre vosotros.
Juan 13, 36 Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas? Respondió Jesús:
Adonde yo voy, no me puedes ahora seguir (S.M.:Porque eres aún muy flaco, y no
ha llegado el tiempo determinado por mi Padre): mas me seguirás después (S.M.:
Cuando fortificado por virtud del Espíritu Santo ofrecerás tu vida, y la
sacrificarás por mi amor).
Juan 13, 37 Pedro le dice: ¿Por qué no te puedo seguir ahora? Mi alma
pondré por ti (S.M.: No podía oír hablar de separarse de Cristo, aunque fuese
por poco tiempo. Era como un enfermo a quien engañaba la voluntad; pero que no
conocía la enfermedad que le consumía y acababa. Había oído decir al Señor, que
no podría seguirle, y esto no obstante replica que bien podía. Mas la
experiencia le enseñó después, que el amor que creía tener a su Maestro, era vano
sin el socorro, que viene de lo alto. S. Agust.) (A.P.: Mateo 26, 35; Marcos
14, 29; Lucas 22, 33).
Juan 13, 38 Jesús le respondió: ¿Tu alma pondrás por mí? En verdad, en
verdad te digo: Que no cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces
(S.M.: No habrá acabado de cantar el gallo. El Señor permitió esta caída para
humillarle en su vana confianza, y para darle a entender que el hombre nada
puede sin el socorro de la gracia. Véase lo que dejamos notado Mateo 26, 35;
Marcos 14, 29; Lucas 22, 33).
JUAN 14 ( T. A.: Mat. 7, 21. Marc 11).
Juan 14, 17 El Espíritu de verdad, a quien el mundo (S.M.: En este
lugar y en los siguientes la palabra
mundo tienen dos sentidos. Se toma primeramente por los judíos, enemigos
de la persona y doctrina de Jesucristo, los cuales con gritos sediciosos habían
de pedir su muerte, oponerse después por los medios más violentos al
establecimiento del Evangelio, y perseverar en su obstinación y dureza. Se toma
también en general por todos aquellos que viven como viles esclavos, sujetos a
sus pasiones. Estos con sus máximas y conducta forman una contradicción a las
máximas y ejemplos de Jesucristo, y sus nombres no están escritos en el libro
de la vida. Puede también entenderse este espíritu de verdad, como contrapuesto
al espíritu de error, de falsedad, de tinieblas y de ceguedad que estaba
esparcido por todo el mundo) no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce
(A.P.: El Espíritu de verdad es el Espíritu Santo, que nos enseña todas las
verdades, como dice Jesucristo en San Mateo 10,20. No le puede recibir el
mundo, esto es, los hombres carnales que se dejan llevar de sus pasiones y
apetitos, porque gobernados por el espíritu del error y de la mentira, no le
conocen. Calm.) (S.M.: Un hombre carnal no puede ser la morada del Espíritu
Santo, ni conocerle, porque no ve ni conoce sino lo que mueve los sentidos).
Mas vosotros le conoceréis, porque habitará con vosotros, y estará en vosotros.
Juan 14,18
No os dejaré
huérfanos: vendré a vosotros.
Juan 14, 21 Quien tiene
mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama. Y el que me ama, será
amado de mi Padre: y yo le amaré, y me le manifestaré (S.M.: Yo no me
manifestaré: esto es, no comunicaré copiosamente mi luz divina, sino a aquel
que me ama, y que da pruebas de su amor
observando mis mandamientos. Al mundo lo dejaré envuelto en tinieblas) a mí
mismo.
Juan 14, 22 Le dice
entonces Judas, no aquel Iscariotes: ¿Señor, qué es la causa, que te has de
manifestar a nosotros, y no al mundo?
Juan 14, 23 Jesús
respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos á él, y
harémos morada en él (S. M.: San Judas
no entendió el sentido de las palabras del Señor, y por eso le hace esta
pregunta. Jesucristo responde dándole á entender, que se descubrirá y
manifestará á todos los que le amaren; que estos guardarán sus mandamientos; y
que en recompensa de esta fidelidad y amor, serán el objeto y el cariño de toda
la Santísima Trinidad, que habitará en ellos de asiento y con modo muy
particular. S. Agcstin.) (A.P.: El
amor, dice San Agustín, distingue y discierne del mundo a los Santos, y les
hace habitar juntos en una casa: en la cual hacen su mansión el Padre y el
Hijo, que dan este amor a aquellos, a quienes
manifestarán al fin su gloria. Entre tanto, vienen a nosotros el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo un solo Dios en tres personas, cuando nosotros
vamos a ellos. Vienen ayudándonos y protegiéndonos; y nosotros vamos
obedeciéndolos: vienen ilustrándonos; y nosotros vamos siguiendo sus luces e
inspiraciones: vienen llenándonos de dones; y nosotros vamos recibiéndolos
dignamente, y con gratitud: para que así su mansión en nosotros no sea
transitoria, sino eterna. S. Agust. tract. 76. in Joan.)
Juan 14, 24 El que no me
ama, no guarda mis palabras. Y la palabra que habéis oido, no es mía: sino del
Padre, que me envió.
Juan 14, 25 Estas cosas
os he hablado estando con vosotros.
Juan 14, 26 Y el
Consolador, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre (S.M.: Por mis
méritos, por mi mediación, y por respeto
mío), él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo aquello que yo os
hubiere dicho).
Juan 14, 27 La paz os dejo, mi paz os doy: no os la doy yo como la da
el mundo (S.M.: La paz que el mundo desea á sus amadores se funda en solas palabras,
y en que gocen con sosiego estos bienes frivolos y perecederos. La que
Jesucristo da a sus discípulos consiste en hallar su descanso y felicidad en
solo Dios, aun en medio de las mayores adversidades y trabajos. La da porque
efectivamente obra lo que promete y dice. Esta paz es uno de los frutos del
Espíritu Santo. Gálatas 5) (A.P.: La paz del mundo consiste en gustos y
consuelos temporales, y en desear bienes perecederos. La paz que Jesucristo da
a sus Discípulos, les hace hallar su descanso, su gozo y su felicidad en Dios
solo, aún en medio de las mayores adversidades.
. S. Agust. tract. 77. in Joan.). No se turbe vuestro corazón, ni se
acobarde.
Juan 14, 30 Y no hablaré mucho con vosotros: porque viene el príncipe
de este mundo ( A.P.: El príncipe de este mundo es el demonio, que domina en el
corazón de todos aquellos que aman al mundo, se gobiernan por su espíritu, y
siguen sus máximas. Nat. Alex.) (T. A.: Se acerca el diablo, por medio de sus
ministros para darme la muerte, aunque ningún derecho tiene él sobre mí. V.
Mundo) : y en mí no tiene cosa alguna (A.P.: Pero este príncipe no tiene cosa
alguna en Jesucristo, en quien ni había, ni podía haber la menor sombra de
pecado. Calm.).
Juan 15, 7 Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieran en vosotros,
pedireis cuanto quisiereis, y os será hecho (S.M.: Si permanecemos en Dios por
caridad, y ponemos sus palabras en el fondo de nuestro corazón para no pecar,
Salmo 118, 11, conseguiremos sin duda todo lo que pidamos; porque en este caso
no querremos ni pediremos sino lo que fuere conforme á la voluntad de Dios: y
este Señor no dejará de concedernos lo que le pidamos, puesto que es él mismo
el que nos lo hace pedir. S. Agustin).
Juan 15, 9 Como el Padre me amó, así también yo os he amado. Perseverad
en mi amor.
Juan 15, 10 Si guardareis mis mandamientos, perseverareis en mi amor,
así como yo tambien he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su
amor (Yo aunque soy igual a Dios, me humillé a mí mismo, y me hice obediente
hasta la muerte, cumpliendo el mandamiento de mi Padre, que me ordenó que
padeciese muerte, y muerte afrentosa de cruz por la salud de todos los hombres:
y obedeciéndole así, di muestras de que le amaba. Pues del mismo modo vosotros
para dar muestras de que amáis a vuestro Maestro, debéis observar
inviolablemente sus preceptos aunque sea a expensas de vuestra libertad y de
vuestra vida).
Juan 15, 11 Estas cosas os he dicho: para que mi gozo esté en vosotros,
y vuestro gozo sea cumplido (Porque no puede ser cumplido sin una entera
resignación en la divina voluntad).
Juan 15, 12 Este (S.M.: Juan 13,
34; Efesios 5, 2; 1 Tesalonicenses 4, 9) es mi mandamiento que os ameis los
unos á los otros como yo os amé (Juan 13, 34).
Juan 15, 17 Esto (1 Juan 3, y 4, 7) os mando, que os ameis los unos á
los otros.
Juan 15, 18 Si el mundo os aborrece : sabed que me aborreció á mí antes
que á vosotros (S.M.: … Todos los que quieren vivir en la piedad, serán
expuestos a la persecución. 2ª a Timoteo 3, 12. Debían padecer mucho los que
eran enviados a declarar la guerra al demonio, arruinando con la verdad y
solidez del Evangelio todas las vanas supersticiones del Paganismo, y
combatiendo todas las pasiones de los hombres. Pero el Señor los alienta con su
ejemplo).
Juan 15, 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que era suyo
(S.M.: El mundo aborrece todo lo que le es opuesto; el mundo soberbio aborrece
a los discípulos del Señor, que son humildes y que predican la necesidad de la
humildad. El mundo que ama las riquezas, aborrece a los pobres, que con su
ejemplo y palabras predican la pobreza. El mundo entregado a los placeres,
aborrece a los que aman la cruz, y enseñan la penitencia. Y así es necesario
que sea aborrecido del mundo, el que no sigue el espíritu y las máximas del
mundo.) : mas porque no soy del mundo, antes yo os escogí del mundo, por eso os
aborrece el mundo.
Juan 15, 20 Acordaos de mi palabra, que yo os he dicho (S.M.: Juan 13,
16; Mateo 10, 24; y 24, 9). El siervo no es mayor que su señor. Si á mí han
perseguido, también os perseguirán á vosotros : si mi palabra han guardado,
también guardarán la vuestra (S.M.: Mateo 10, 24. Juan 13, 16. Otros
interpretan servaverunt por observaverunt, observaron con el fin de
sorprenderme: tu caperent in sermone).
Juan 15, 21 Mas todas estas cosas os harán (S.M.: Sufrir todos los
malos tratamientos y violencias por la confesión de mi nombre) por causa de mi
nombre : porque no conocen á aquel que
me ha enviado.
Juan 15, 22 Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían
pecado : mas ahora no tienen escusa de su pecado (S.M.: En su voluntaria y
obstinada incredulidad. Yo mismo he venido a predicarles: yo he confirmado mi
doctrina con repetidos y nunca visto prodigios. Yo mismo les he hecho ver cuan
conforme es todo lo que ven en mí, con lo que Moisés y los profetas les
anunciaron del Mesías que había de venir para salvarlos. De aquí se ve que la
infidelidad negativa de aquellos á quienes no fue predicado el Evangelio, no es
pecado. Mas de que tengan disculpa de este pecado, no se sigue que la tengan de
los otros. S. Agustín Cap. 16, 9).
Juan 15, 23 El que me aborrece, también aborrece a mi Padre (S.M.:
Porque mi Padre y yo somos una misma cosa. Juan 10, 30).
Juan 15, 24 Si no hubiese entre ellos obras, que ninguno otro ha hecho,
no tendrían pecado : mas ahora, y las han visto , y me aborrecen a mí ; y á mi
Padre.
Juan 15, 25 Mas para que se cumpla la palabra que está escrita en su
ley (S.M.: Salmo 24, 19, y 68, 5. Al paso que el Señor los colmaba de nuevos y
mayores beneficios, se aumentaba más y más su furor y odio contra su persona.
Gratis, sin causa, de balde, por su pura malicia. Odio iniquo): Que me
aborrecieron de grado.
Juan 16, 1 Os he dicho estas cosas para que no os escandaliceis (A.P.:
Esto es: para que no os turbéis, ni inquietéis, si en lugar de ser mirados como
siervos fieles míos, se os trata con desprecio y con ignominia. Meseng.
Juan 16, 2 Os echarán de las Synagogas : y se llega el tiempo en que
todo aquel que os matare, juzgará que hace servicio a Dios.
Juan 16, 3 Y os tratarán así, porque no conocen al Padre ni a mí.
Juan 16, 4 Pero os he dicho estas cosas, para que cuando llegue el
tiempo de ellas, os acordéis que yo os las dixe.
Juan 16, 5 Y no os las dixe desde el principio, porque estaba con
vosotros (No os dije estas cosas tan particular e individualmente, porque
estabais seguros mientras yo estaba con vosotros. Y yo sabía que todo el odio y
furor de los judíos sería contra mí. San Crisóstomo bic.). ...
Juan 16, 33 Esto os he dicho , para que tengais paz en mí (A.P.: Esto
es: Os he dicho esto, no para echaros en cara vuestra flaqueza; sino para que
viendo que sé y conozco lo que ha de suceder, pongáis en mí todo vuestro
consuelo y tranquilidad. Calmet. Duam). En el mundo tendreis apretura : mas
tened confianza, que yo he vencido al mundo (S.M.: Os he advertido todas estas
cosas, para que entendáis que vuestra paz y seguridad la habéis de poner en mí,
y en los auxilios de mi gracia. En el mundo solamente hallaréis aflicciones,
angustias y trabajos, mas no os acobardéis por eso, porque vais a combatir
contra un mundo, que yo ya he vencido y sujetado).
Juan 17, 3 Y la vida eterna consiste en que ellos te conozcan por el
solo verdadero Dios, y a Jesucristo enviado por tí (A.P.: La vida eterna
consiste en conocer a un solo verdadero Dios, el Padre, Jesucristo, que es
nuestro Salvador, y el Espíritu Santo; no con un conocimiento especulativo,
sino con un conocimiento práctico informado de la caridad. Santiago
ep.2.c.20.).
Juan 17, 11 Y ya no estoy en el mundo (S.M.: Jesucristo habla a Su
Eterno Padre como si estuviera ya muerto, porque iba a morir; y le recomienda a
sus discípulos para el tiempo que no gozarían visiblemente de su presencia como
la gozaban entonces.), mas estos están en el
mundo, y yo voy á tí. Padre santo, guarda por tu nombre (S.M.: Por tu
bondad, en tu amistad y en tu gracia.) á aquellos que Me diste: para que sean
una cosa (A.P.: Para que sean una sola cosa en la fe, en el ánimo, en la
concordia, y en la caridad, como las divinas personas lo son en la voluntad y
en la esencia. Nat. Duamel.), como también nosotros (S.M.: Que estén unidos
entre sí por la caridad tan estrechamente, que esta unión sea una imagen de la
unidad substancial que hay entre el Padre y el Hijo.).
Juan 17, 12 Mientras que yo estaba con ellos ( S.M.: T. Gr. ..., en
el mundo.), los guardaba en Tu Nombre
(S.M.: Por vuestro poder y por vuestra gracia.). Guardé a los que me diste
(S.M.: MS. ... los que diste a mí.), y no pereció ninguno de ellos, sino el
hijo de perdición (S.M.: Judas. No se perdió este porque la Escritura había
anunciado que se perdería, sino que la Escritura lo anunció porque Judas se
había de perder, y porque el Espíritu Santo, que hablaba por boca de David,
veía el enorme delito de este Apóstata. S. Thomas in Joann.), para que se
cumpliese la Escritura.
Juan 17, 13. Mas ahora voy á tí, y hablo esto en el mundo, para que
tengan mi gozo cumplido en sí mismos (S.M.: Para que gocen interiormente del
consuelo que da una buena conciencia, una fe viva, y una fe con la que vivan
seguros de que el brazo del Señor los sostendría contra los ataques de sus
enemigos, y contra todos los esfuerzos del siglo.).
Juan 17, 14 Yo les dí tu palabra (S.M.: Yo les he confiado la verdad de
vuestra palabra, y porque han seguido esta verdad han sido aborrecidos de los
mundanos. No han visto en ellos sentimientos de la carne y de la tierra, y los
han aborrecido, porque condenan su espíritu y sus máximas, como Yo también las
condeno.), y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo
soy del mundo.
Juan 17, 15. No te ruego que los quites del mundo, sino que los guardes
de mal (S.M.: Quiero que trabajen en el mundo, y que merezcan trabajando en la
conversión del mundo. Después que se hayan labrado la corona sacadlos en paz de
él, y entre tanto libradlos de todo mal, de la corrupción del mundo, de la
malicia y de las tentaciones del espíritu maligno. T. Gr. ..., del malo, o del
espíritu maligno).
Juan 17, 16. No son del mundo, así como tampoco yo soy del mundo.
Juan 17, 17. Santifícalos con tu verdad (S.M.: T. Gr. ..., en tu verdad. Conságralos por la
unción de Tu Espíritu, que les dé una santidad interior y verdadera, y que los
haga dignos Ministros de Tu Palabra, que es la Verdad misma.) (A.P.: Esto es:
conságralos por la unción del Espíritu Santo, que les dará una santidad
interior y verdadera. San Crisóstomo, S. Cirilo, S. Beda bic.). Tu palabra es
la verdad.
Juan 17, 18. Como Tú me enviaste al mundo, también Yo los he enviado al
mundo (S.M.: Para trabajar en la misma obra; pero con esta considerable
diferencia, que Jesucristo era el Autor de la reconciliación del mundo con
Dios; mas los Apóstoles eran sus Ministros para la dispensación de la palabra y
de los Sacramentos.).
Juan 17, 19. Y por ellos Yo me santifico (A.P.: Yo me santifico, me
ofrezco, me consagro, me sacrifico a mí mismo como víctima y Sacerdote por
ellos. Natal. Calmet) á mí mismo (S.M.: Yo me consagro y ofrezco en sacrificio,
para que ellos verdaderamente sean santos, y se consagren a tu servicio como verdaderos
Sacerdotes, de quienes los antiguos no fueron sino imágenes muy imperfectas.),
para que ellos sean también santificados en verdad.
Juan 17, 20. Mas no ruego tan solamente por ellos, sino también por
aquellos, que han de creer (S.M.: Ruega el Señor públicamente en calidad de
Pontífice por todos los suyos, que creían en Él y habían de creer en la serie
de todos los siglos hasta el fin del mundo.) en mí por la palabra de ellos.
Juan 17, 21. Para que sean todos una cosa (S.M.: Una cosa: Jesucristo
por medio de esta comparación no pretende que los fieles sean una misma cosa
entre sí, del mismo modo que Él es una misma cosa con el Padre, porque esta
unidad del Padre con el Hijo consiste en ..., o en la consubstancialidad,: mas
la de los fieles en ..., en la conformidad de las voluntades o ánimos. Hechos
4, 32. La unidad entre el Padre y el Hijo es esencial: Juan 10, 30 y 14, 9-10.
mas la de los fieles entre sí y con Cristo es espiritual y mística. Romanos 12,
5. Efesios 4, 3.), así como Tú, Padre, en mí, y yo en tí, que también sean
ellos una cosa en nosotros; para que el mundo crea, que tú me enviaste (S.M.:
Para que esta unión de los hijos de Dios formada por la fe y la caridad,
obligue al mundo, por incrédulo que sea, a confesar, que la religión de Jesucristo
es la obra de Dios, y que Jesucristo es el Hijo del eterno Padre.) (A.P.: Para que viendo los Gentiles la unión, la
concordia y unanimidad de mis Discípulos, y de todos mis fieles, crean que yo
soy el verdadero Mesías enviado por ti, y abracen mi Religión. San Crisóstomo.
Teodor. Eutimio bic.)
Juan 17, 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumados en la
unidad (A.P.: Esto es, para que por medio de la caridad estén perfectamente
unidos con el Padre, con el Hijo, y entre sí mismos. Nat. Alex.); y conozca el
mundo que tú me enviaste, y los has amado, como me amaste a mí.
Mateo 5, 48 Pues sed vosotros
perfectos, así como vuestro Padre Celestial (S.C.: Imitad en cuanto os sea
posible la perfección del amor, que vuestro Padre Celestial muestra a sus
criaturas, colmándolas de bienes en todos los momentos, sin que detengan sus
misericordias la ingratitud y dureza con que le corresponden) es perfecto.
MATEO 7, 21 No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los
cielos, ese entrará en el reino de los cielos (S.C.: … Para hacernos dignos de hallar el camino
del cielo, es necesario cumplir en todo la voluntad del Señor guardando sus preceptos.
S. Hilar.)
MATEO 7, 22 Muchos
me dirán en aquel día (S.C.: En el día del juicio final, o también en el de su
muerte. Las palabras solas no bastan para salvarnos. Los milagros y prodigios
que se hacen en el nombre de Jesucristo, son señales equívocas, por las que no
se puede asegurar que está en caridad el que los hace. S. Pablo lo declara
expresamente I Corinth. 13, 2, diciendo: que cuando tuviera toda la fe, hasta
poder trasladar todos los montes, de nada le serviría, si no tenía caridad. Y
así el Señor en el día grande del juicio hará ver quiénes fueron aquellos que
obraron e hicieron lo mismo que enseñaron).
MATEO 7, 23 Y entonces yo les diré claramente: Nunca os conocí:
apartaos de mí los que obrais la iniquidad.
MATEO 7, 24 Pues todo aquel que oye estas mis palabras, y las cumple,
comparado será a un varón (S.C.: … Esta
es la conclusión, dice S. Agustín, de todo lo que Jesucristo dice en el sermón
que hizo sobre el monte, en el que se comprende toda la perfección de los
divinos preceptos, que pueden servir para formar un verdadero cristiano. El
Señor compara a un hombre sabio, que fabricó sobre piedra, y no sobre arena, al
que escucha sus palabras, no con los oídos del cuerpo, sino del corazón, y que
practica no una parte sola de estas verdades, sino todas. Este edificio no podrá
ser derribado ni por las lluvias de los placeres, ni por los rios de las
pasiones violentas, ni por los impetuosos vientos de nuestros enemigos, que
buscan nuestra perdición. Mas los que fabrican sobre arena, esto es, sobre otro
fundamento que el de la verdad de la palabra del Señor y de su amor, estos oyen
el santo Evangelio, mas no lo practican, contentándose con decir: Señor, Señor;
esto es, con adorarle como cristianos; pero no cuidándose de cumplir su
voluntad. Estos fabrican sobre arena, y están expuestos a una grande ruina. Y ¿
qué ruina mayor, dice S. Juan Crisóstomo, que la pérdida de su alma, y la
privación de los bienes eternos?) sabio, que edificó su casa sobre la peña,
MATEO 7, 28 Y fue, que cuando Jesús hubo acabado estos discursos, se maravillaban
las gentes de su doctrina (S.C.: Se maravillaban oyendo una doctrina tan pura,
y una moral tan opuesta a todos los sentidos, y al modo de pensar de los
hombres. Les hablaba no solamente como de parte de Dios, sino como que él mismo
era Dios, haciéndoles conocer el espíritu de la Ley y su perfección, y
acompañando las palabras con milagros, y con una interior unción, que
persuadía, ablandaba y convencía a los que le oían).
Mateo 25, 33 Y pondrá las ovejas (S.C.: Pondrá a su derecha a los que
reconocerá por ovejas suyas, que habrán oído su voz como la de su pastor; y a
su izquierda a los réprobos, que ha querido figurarnos en los cabritos, por la
impureza de estos animales, y por el mal olor que arrojan de sí. La mano
derecha o la izquierda significa particularmente la salvación de los unos, y la
condenación de los otros) a su derecha, y los cabritos a la izquierda.
Mateo 25, 41 Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda:
Apartaos de mí malditos al fuego eterno, que está aparejado para el diablo y
para sus ángeles.
VERSÍCULOS DE LA
BIBLIA (extraído sobre todo de Torres Amat).
Gálatas 5, 1: Para que gocemos de libertad, Cristo nos ha hecho libres;
manteneos pues firmes y no os dejéis sujetar al yugo de la servidumbre.
Gálatas 5, 6: Porque para con Jesu-Christo nada importa el ser
circunciso, ó incircunciso, sino la fé, que obra animada de la caridad.
Gálatas 5, 13, 14: 13 Vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la
libertad; pero cuidado con tomar la libertad como pretexto para servir a la
carne, antes servíos unos a otros por la caridad. 14 Porque toda la Ley se
resume en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (A todos los
preceptos de la Ley, el Evangelio substituye este único precepto: el amor, que
el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones por la fe en Jesucristo. La
cita es el Lev.19, 18. Pero en el texto el prójimo es el miembro del pueblo de
Dios, el ciudadano de Israel, mientras que en San Pablo con todos los
rescatados por Jesucristo).
Gálatas 5, 16, 17: 16 Os digo, pues: Andad en espíritu y no deis
satisfacción a las concupiscencia de la carne. 17 Porque la carne tiene
tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu tendencias contrarias a
las de la carne, pues uno y otro se oponen de manera que no hagáis lo que
queréis.
Gálatas 5, 19: Bien manifiestas son las obras de la carne, las cuales
son: adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria, culto de ídolos,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, enojos, riñas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, embriagueces, glotonerías. Los que hacen tales cosas no
alcanzarán el reino de Dios.
Gálatas 5, 22-23: 22 Al contrario, los frutos del Espíritu son:
caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, 23
mansedumbre, fé ó fidelidad, modestia, continencia, castidad. Para los que
viven de esta suerte, no hay Ley que sea contra ellos (Pues el rigor de la Ley
sólo es contra los injustos, no contra los justos). 24 Y los que son de
Jesu-Christo, tienen crucificada su propia carne con los vicios y las pasiones.
25 Si vivimos por el espíritu de Dios, procedamos también según el mismo
espíritu. 26 No seamos ambiciosos de vana gloria, provocándonos los unos a los
otros, y recíprocamente envidiándonos.
Gálatas: 6, 4: “... examine cada uno sus propias obras, y así si hallan
que son rectas tendrá entonces motivo de gloriarse en sí mismo solamente, y no
respecto de otro (o poniendo la vista en los defectos del prójimo).
Gálatas 6, 5 Porque cada uno al ir a ser juzgado cargará con su propia
carga (o con sus propias obras: y con ellas se presentará al juicio de Dios).
Gálatas 6, 7: No queráis engañaros a vosotros mismos: Dios no puede ser
burlado (no servirán para con Él falsos
pretextos).
Efesios 1, 2: La gracia sea con vosotros, y la paz (el Padre celestial
nos da todos los bienes por la mediación y méritos de Nuestro Señor Jesucristo)
de Dios Padre Nuestro, y del Señor Jesu-Christo.
Efesios 5, 5-11: 5 Porque tened esto bien entendido, que ningún
fornicador, ó impúdico, ó avariento, (lo cual viene a ser una idolatría) será
heredero del reino de Christo, y de Dios. 6 Nadie os engañe con palabras vanas
(persuadiéndoos que podéis impunemente cometer todos esos crímenes; 1 Co, 3,
18), pues por tales cosas descargó la ira de Dios sobre los incrédulos. 7 No
queráis por tanto tener parte con ellos. 8 Porque verdad es que en otro tiempo
no érais sino tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Y así proceded como
hijos de la luz: 9 el fruto empero de la luz consiste en proceder con toda
bondad, y justicia, y verdad, 10 inquiriendo lo que es agradable a Dios: 11 no
querais pues ser cómplices de las obras infructuosas de las tinieblas (a que se
abandonan los idólatras é impíos), antes bien reprendedlas.
Efesios 5, 15-17: 15 Y así mirad, hermanos, que andeis con gran
circunspección; no como necios, 16 sino como prudentes, recobrando en cierto
modo el tiempo perdido, porque los días de nuestra vida son malos (Esto es,
llenos de peligros y tentaciones). 17 Por tanto no seais indiscretos e
inconsiderados, sino atentos sobre cuál es la voluntad de Dios (Es muy
necesaria la prudencia evangélica, y la circunspección cristiana en medio de
tantos enemigos como tiene la verdadera Iglesia. El Evangelio nos enseña a no
irritar a nadie con un celo indiscreto, a sufrirlo todo con paciencia, a
aprovechar más el tiempo para nuestra salvación. Procuremos conocer cuál es la
voluntad de Dios, y conformémonos con ella perfectamente. Entrar en algún
empeño importante sin consultar antes la adorable y omnipotente autoridad divina,
es una indiscreción que fácilmente nos precipita en grandes excesos).
Filipenses 1, 12-13: 12 Entre tanto, ¡oh hermanos! Quiero que sepais
que las cosas que me han sucedido (bien lejos de perjudicar al establecimiento
de la fe), han redundado en mayor progreso del Evangelio; 13 de suerte que mis
cadenas por Christo han llegado a ser notorias a toda la corte (el que se
desalienta a la vista de las persecuciones, no conoce las sendas del Evangelio.
Las obras de Dios se establecen y fortifican muchas veces con los mismos
trabajos y persecuciones de sus obreros. Los obstáculos que oponen los hombres,
son medios de que se sirve Dios. San Pablo se gloría, no de que la corte
conozca su elocuencia y sus talentos, sino de que sepa sus humillaciones. Se
sirve Dios de sus mayores enemigos para dar a conocer y purificar a los que le
sirven. Dejemos obrar a Dios, adoremos sus designios, y después de haber hecho
lo que Él nos prescribe, conformémonos con los efectos o disposiciones de su
sabia providencia) del emperador, y á todos los demas habitantes;
Filipenses 2, 7, 8: 7 y no obstante (olvidando en cierta manera su
gloria, y para salvar a los hombres) se anonadó a sí mismo tomando la forma ó
naturaleza de siervo, hecho semajante á los demas hombres, y reducido á la
condicion de hombre (Y reconocido por hombre en su condición. ...). 8 Se
humilló á sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 3, 2: Guardáos pues, os repito, de estos canes, guardáos de
los malos obreros, guardáos de los falsos circuncisos (Guardáos de esa inútil
cortadura, ó circuncision, de esos falsos predicadores, que solamente ponen su
mira en la circuncision del cuerpo).
Filipenses 3, 9: y en el
hallarme, no con tener la justicia mia, a cual es la que viene de la Ley (o
está fundada sobre la letra de ella, y las fuerzas naturales del hombre), sino
aquella que nace de la fé de Jesu-Christo, la justicia que viene de Dios por la
fé.
Timoteo 4, 7: En cuanto a las
fábulas ridículas y cuentos de viejas dales de mano; y dedícate al ejercicio de
la virtud (La piedad sólida no puede cimentarse en fábulas. Cuando la
credulidad de los pueblos abraza especies infundadas, y abusando de ellas,
adopta devociones vanas ó pueriles, el aprobarlas ó respetarlas, es seguir una
conducta que S. Pablo contrapone a la piedad. Combatir las supersticiones
populares, es afirmar la Religión, y está muy distante de la piedad apostólica
quien hace consistir la piedad ó devocion en creerlo y abrazarlo todo sin
discrecion ninguna).
2 Timoteo, 3, 6-7: 6 porque de estos son los que se meten por las
casas, y cautivan á las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas de varias
pasiones; 7 las cuales andan siempre aprendiendo, y jamás arriban al
conocimiento de la verdad (Siendo engañadas por esos impostores, enemigos de
ella. Los cuales se valen de la natural curiosidad y ligereza de tales mujeres,
ansiosas siempre de hallar una doctrina que se acomode á todos sus antojos).
Epístola de San Pedro 1, 6,7 : 6 Esto es lo que debe trasportaros de
gozo, si bien ahora por un poco de tiempo conviene que seais afligidos con
varias tentaciones ( Otros traducen: En lo cual os gozaréis, aun entónces mismo
que permite Dios que durante esta vida tan corta seais, etc. Puede traducirse:
La brevedad de la vida presente y la eternidad de la vida futura son dos
grandes motivos de consuelo en las mayores aflicciones. Sean los que fueren los
males de esta vida, el que tiene una viva fé, está siempre alegre, dulcemente
entregado á lo que dispone su Padre celestial. Las tribulaciones de esta vida
son como un fuego que prueba la fé, descubre su precio, aviva su esplendor y
pureza, y le adquiere la gloria) ; 7 para que vuestra fé probada de esta manera
y ...”
Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece
para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre” (Jn 6, 26-27).
“La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado... Nadie puede
venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae...” (Jn 6, 29.44).
“Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el
Padre”. Recogiendo esta declaración, el Catecismo de la Iglesia Católica
enseña: “La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él” (N.
153).
“Dichoso eres Pedro porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la
sangre, sino mi Padre que está en el cielo” (Mt 16,17).
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