VERSÍCULOS DE LA SANTA BIBLIA CON ANOTACIONES (sobre todo de Torres Amat).
Gálatas 5, 1: Para que gocemos de
libertad, Cristo nos ha hecho libres; manteneos pues firmes y no os dejéis
sujetar al yugo de la servidumbre.
Gálatas 5, 6: Porque para con
Jesu-Christo nada importa el ser circunciso, ó incircunciso, sino la fé, que
obra animada de la caridad.
Gálatas 5, 13, 14: 13 Vosotros, hermanos,
habéis sido llamados a la libertad; pero cuidado con tomar la libertad como
pretexto para servir a la carne, antes servíos unos a otros por la caridad. 14
Porque toda la Ley
se resume en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (A todos
los preceptos de la Ley,
el Evangelio substituye este único precepto: el amor, que el Espíritu Santo
infunde en nuestros corazones por la fe en Jesucristo. La cita es el Lev.19, 18.
Pero en el texto el prójimo es el miembro del pueblo de Dios, el ciudadano de
Israel, mientras que en San Pablo con todos los rescatados por Jesucristo).
Gálatas 5, 16, 17: 16 Os digo, pues:
Andad en espíritu y no deis satisfacción a las concupiscencia de la carne. 17
Porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu
tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otro se oponen de manera
que no hagáis lo que queréis.
Gálatas 5, 19: Bien manifiestas son las
obras de la carne, las cuales son: adulterio, fornicación, deshonestidad,
lujuria, culto de ídolos, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, enojos,
riñas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, embriagueces, glotonerías.
Los que hacen tales cosas no alcanzarán el reino de Dios.
Gálatas 5, 22-23: 22 Al contrario, los
frutos del Espíritu son: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
longanimidad, 23 mansedumbre, fé ó fidelidad, modestia, continencia, castidad.
Para los que viven de esta suerte, no hay Ley que sea contra ellos (Pues el
rigor de la Ley
sólo es contra los injustos, no contra los justos). 24 Y los que son de
Jesu-Christo, tienen crucificada su propia carne con los vicios y las pasiones.
25 Si vivimos por el espíritu de Dios, procedamos también según el mismo
espíritu. 26 No seamos ambiciosos de vana gloria, provocándonos los unos a los
otros, y recíprocamente envidiándonos.
Gálatas: 6, 4: “... examine cada uno sus
propias obras, y así si hallan que son rectas tendrá entonces motivo de
gloriarse en sí mismo solamente, y no respecto de otro (o poniendo la vista en
los defectos del prójimo).
Gálatas 6, 5 Porque cada uno al ir a ser
juzgado cargará con su propia carga (o con sus propias obras: y con ellas se
presentará al juicio de Dios).
Gálatas 6, 7: No queráis engañaros a
vosotros mismos: Dios no puede ser burlado
(no servirán para con Él falsos pretextos).
Efesios 1, 2: La gracia sea con vosotros,
y la paz (el Padre celestial nos da todos los bienes por la mediación y méritos
de Nuestro Señor Jesucristo) de Dios Padre Nuestro, y del Señor Jesu-Christo.
Efesios 5, 5-11: 5 Porque tened esto bien
entendido, que ningún fornicador, ó impúdico, ó avariento, (lo cual viene a ser
una idolatría) será heredero del reino de Christo, y de Dios. 6 Nadie os engañe
con palabras vanas (persuadiéndoos que podéis impunemente cometer todos esos
crímenes; 1 Co, 3, 18), pues por tales cosas descargó la ira de Dios sobr ellos
incrédulos. 7 No queráis por tanto tener parte con ellos. 8 Porque verdad es
que en otro tiempo no érais sino tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Y
así proceded como hijos de la luz: 9 el fruto empero de la lue consiste en
proceder con toda bondad, y justicia, y verdad, 10 inquiriendo lo que es
agradable a Dios: 11 no querais pues ser cómplices de las obras infructuosas de
las tinieblas (a que se abandonan los idólatras é impíos), antes bien
reprendedlas.
Efesios 5, 15-17: 15 Y así mirad,
hermanos, que andeis con gran circunspección; no como neceios, 16 sino como
prudentes, recobrando en cierto modo el tiempo perdido, porque los días de
nuestra vida son malos (Esto es, llenos de peligros y tentaciones). 17 Por
tanto no seais indiscretos e inconsiderados, sino atentos sobre cuál es la voluntad
de Dios (Es muy necesaria la prudencia evangélica, y la circunspección
cristiana en medio de tantos enemigos como tiene la verdadera Iglesia. El
Evangelio nos enseña a no irritar a nadie con un celo indiscreto, a sufrirlo
todo con paciencia, a aprovechar más el tiempo para nuestra salvación.
Procuremos conocer cuál es la voluntad de Dios, y conformémonos con ella
perfectamente. Entrar en algún empeño importante sin consultar antes la
adorable y omnipotente autoridad divina, es una indiscreción que fácilmente nos
precipita en grandes excesos).
Filipenses 1, 12-13: 12 Entre tanto, ¡oh
hermanos! Quiero que sepais que las cosas que me han sucedido (bien lejos de
perjudicar al establecimiento de la fe), han redundado en mayor progreso del
Evangelio; 13 de suerte que mis cadenas por Christo han llegado a ser notorias
a toda la corte (el que se desalienta a la vista de las persecuciones, no
conoce las sendas del Evangelio. Las obras de Dios se establecen y fortifican
muchas veces con los mismos trabajos y persecuciones de sus obreros. Los
obstáculos que oponen los hombres, son medios de que se sirve Dios. San Pablo
se gloría, no de que la corte conozca su elocuencia y sus talentos, sino de que
sepa sus humillaciones. Se sirve Dios de sus mayores enemigos para dar a
conocer y purificar a los que le sirven. Dejemos obrar a Dios, adoremos sus
designios, y después de haber hecho lo que Él nos prescribe, conformémonos con
los efectos o disposiciones de su sabia providencia) del emperados, y á todos
los demas habitantes;
Filipenses 2, 7,8: 7 y no obstante
(olvidando en cierta manera su gloria, y para salvar a los hombres) se anonadó
a sí mismo tomando la forma ó naturaleza de siervo, hecho semajante á los demas
hombres, y reducido á la condicion de hombre (Y reconocido por hombre en su
condición. ...). 8 Se humilló á sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte,
y muerte de cruz.
Filipenses 3, 2: Guardáos pues, os
repito, de estos canes, guardáos de los malos obreros, guardáos de los falsos
circuncisos (Guardáos de esa inútil cortadura, ó circuncision, de esos falsos
predicadores, que solamente ponen su mira en la circuncision del cuerpo).
Filipenses 3, 9: y en el hallarme, no con tener la justicia
mia, a cual es la que viene de la
Ley (o está fundada sobre la letra de ella, y las fuerzas
naturales del hombre), sino aquella que nace de la fé de Jesu-Christo, la
justicia que viene de Dios por la fé.
Timoteo 4, 7: En cuanto a las fábulas ridículas y cuentos
de viejas dales de mano; y dedícate al ejercicio de la virtud (La piedad sólida
no puede cimentarse en fábulas. Cuando la credulidad de los pueblos abraza
especies infundadas, y abusando de ellas, adopta devociones vanas ó pueriles,
el aprobarlas ó respetarlas, es seguir una conducta que S. Pablo contrapone a la
piedad. Combatir las supersticiones populares, es afirmar la Religión, y está muy
distante de la piedad apostólica quien hace consistir la piedad ó devocion en
creerlo y abrazarlo todo sin discrecion ninguna).
2 Timoteo, 3, 6-7: 6 porque de estos
son los que se meten por las casas, y cautivan á las mujercillas cargadas de
pecados, arrastradas de varias pasiones; 7 las cuales andan siempre
aprendiendo, y jamás arriban al conocimiento de la verdad (Siendo engañadas
por esos impostores, enemigos de ella. Los cuales se valen de la natural
curiosidad y ligereza de tales mujeres, ansiosas siempre de hallar una doctrina
que se acomode á todos sus antojos).
Epístola de San Pedro 1, 6,7 : 6 Esto
es lo que debe trasportaros de gozo, si bien ahora por un poco de tiempo
conviene que seais afligidos con varias tentaciones ( Otros
traducen: En lo cual os gozaréis, aun entónces mismo que permite Dios que
durante esta vida tan corta seais, etc. Puede traducirse: La brevedad de la
vida presente y la eternidad de la vida futura son dos grandes motivos de
consuelo en las mayores aflicciones. Sean los que fueren los males de esta
vida, el que tiene una viva fé, está siempre alegre, dulcemente entregado á lo
que dispone su Padre celestial. Las tribulaciones de esta vida son como un
fuego que prueba la fé, descubre su precio, aviva su esplendor y pureza, y le
adquiere la gloria) ; 7 para que vuestra fé probada de esta manera y
...”
Obrad,
no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida
eterna, el que os dará el Hijo del hombre” (Jn 6, 26-27).
“La
obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado... Nadie puede venir a mí, si
el Padre que me ha enviado no lo atrae...” (Jn 6, 29.44).
“Por
esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre”.
Recogiendo esta declaración, el Catecismo de la Iglesia Católica
enseña: “La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él” (N.
153).
“Dichoso
eres Pedro porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi
Padre que está en el cielo” (Mt 16,17).
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