miércoles, 19 de noviembre de 2014

VERSÍCULOS DE LA SANTA BIBLIA




VERSÍCULOS DE LA SANTA BIBLIA CON ANOTACIONES (sobre todo de Torres Amat).

Gálatas 5, 1: Para que gocemos de libertad, Cristo nos ha hecho libres; manteneos pues firmes y no os dejéis sujetar al yugo de la servidumbre.
Gálatas 5, 6: Porque para con Jesu-Christo nada importa el ser circunciso, ó incircunciso, sino la fé, que obra animada de la caridad.
Gálatas 5, 13, 14: 13 Vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; pero cuidado con tomar la libertad como pretexto para servir a la carne, antes servíos unos a otros por la caridad. 14 Porque toda la Ley se resume en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (A todos los preceptos de la Ley, el Evangelio substituye este único precepto: el amor, que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones por la fe en Jesucristo. La cita es el Lev.19, 18. Pero en el texto el prójimo es el miembro del pueblo de Dios, el ciudadano de Israel, mientras que en San Pablo con todos los rescatados por Jesucristo).
Gálatas 5, 16, 17: 16 Os digo, pues: Andad en espíritu y no deis satisfacción a las concupiscencia de la carne. 17 Porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otro se oponen de manera que no hagáis lo que queréis.
Gálatas 5, 19: Bien manifiestas son las obras de la carne, las cuales son: adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria, culto de ídolos, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, enojos, riñas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, embriagueces, glotonerías. Los que hacen tales cosas no alcanzarán el reino de Dios.
Gálatas 5, 22-23: 22 Al contrario, los frutos del Espíritu son: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, 23 mansedumbre, fé ó fidelidad, modestia, continencia, castidad. Para los que viven de esta suerte, no hay Ley que sea contra ellos (Pues el rigor de la Ley sólo es contra los injustos, no contra los justos). 24 Y los que son de Jesu-Christo, tienen crucificada su propia carne con los vicios y las pasiones. 25 Si vivimos por el espíritu de Dios, procedamos también según el mismo espíritu. 26 No seamos ambiciosos de vana gloria, provocándonos los unos a los otros, y recíprocamente envidiándonos. 
Gálatas: 6, 4: “... examine cada uno sus propias obras, y así si hallan que son rectas tendrá entonces motivo de gloriarse en sí mismo solamente, y no respecto de otro (o poniendo la vista en los defectos del prójimo).
Gálatas 6, 5 Porque cada uno al ir a ser juzgado cargará con su propia carga (o con sus propias obras: y con ellas se presentará al juicio de Dios).
Gálatas 6, 7: No queráis engañaros a vosotros mismos: Dios no puede ser burlado  (no servirán para con Él falsos pretextos).

Efesios 1, 2: La gracia sea con vosotros, y la paz (el Padre celestial nos da todos los bienes por la mediación y méritos de Nuestro Señor Jesucristo) de Dios Padre Nuestro, y del Señor Jesu-Christo.
Efesios 5, 5-11: 5 Porque tened esto bien entendido, que ningún fornicador, ó impúdico, ó avariento, (lo cual viene a ser una idolatría) será heredero del reino de Christo, y de Dios. 6 Nadie os engañe con palabras vanas (persuadiéndoos que podéis impunemente cometer todos esos crímenes; 1 Co, 3, 18), pues por tales cosas descargó la ira de Dios sobr ellos incrédulos. 7 No queráis por tanto tener parte con ellos. 8 Porque verdad es que en otro tiempo no érais sino tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Y así proceded como hijos de la luz: 9 el fruto empero de la lue consiste en proceder con toda bondad, y justicia, y verdad, 10 inquiriendo lo que es agradable a Dios: 11 no querais pues ser cómplices de las obras infructuosas de las tinieblas (a que se abandonan los idólatras é impíos), antes bien reprendedlas.
Efesios 5, 15-17: 15 Y así mirad, hermanos, que andeis con gran circunspección; no como neceios, 16 sino como prudentes, recobrando en cierto modo el tiempo perdido, porque los días de nuestra vida son malos (Esto es, llenos de peligros y tentaciones). 17 Por tanto no seais indiscretos e inconsiderados, sino atentos sobre cuál es la voluntad de Dios (Es muy necesaria la prudencia evangélica, y la circunspección cristiana en medio de tantos enemigos como tiene la verdadera Iglesia. El Evangelio nos enseña a no irritar a nadie con un celo indiscreto, a sufrirlo todo con paciencia, a aprovechar más el tiempo para nuestra salvación. Procuremos conocer cuál es la voluntad de Dios, y conformémonos con ella perfectamente. Entrar en algún empeño importante sin consultar antes la adorable y omnipotente autoridad divina, es una indiscreción que fácilmente nos precipita en grandes excesos).

Filipenses 1, 12-13: 12 Entre tanto, ¡oh hermanos! Quiero que sepais que las cosas que me han sucedido (bien lejos de perjudicar al establecimiento de la fe), han redundado en mayor progreso del Evangelio; 13 de suerte que mis cadenas por Christo han llegado a ser notorias a toda la corte (el que se desalienta a la vista de las persecuciones, no conoce las sendas del Evangelio. Las obras de Dios se establecen y fortifican muchas veces con los mismos trabajos y persecuciones de sus obreros. Los obstáculos que oponen los hombres, son medios de que se sirve Dios. San Pablo se gloría, no de que la corte conozca su elocuencia y sus talentos, sino de que sepa sus humillaciones. Se sirve Dios de sus mayores enemigos para dar a conocer y purificar a los que le sirven. Dejemos obrar a Dios, adoremos sus designios, y después de haber hecho lo que Él nos prescribe, conformémonos con los efectos o disposiciones de su sabia providencia) del emperados, y á todos los demas habitantes;
Filipenses 2, 7,8: 7 y no obstante (olvidando en cierta manera su gloria, y para salvar a los hombres) se anonadó a sí mismo tomando la forma ó naturaleza de siervo, hecho semajante á los demas hombres, y reducido á la condicion de hombre (Y reconocido por hombre en su condición. ...). 8 Se humilló á sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 3, 2: Guardáos pues, os repito, de estos canes, guardáos de los malos obreros, guardáos de los falsos circuncisos (Guardáos de esa inútil cortadura, ó circuncision, de esos falsos predicadores, que solamente ponen su mira en la circuncision del cuerpo).
Filipenses 3, 9:  y en el hallarme, no con tener la justicia mia, a cual es la que viene de la Ley (o está fundada sobre la letra de ella, y las fuerzas naturales del hombre), sino aquella que nace de la fé de Jesu-Christo, la justicia que viene de Dios por la fé.


Timoteo 4, 7:  En cuanto a las fábulas ridículas y cuentos de viejas dales de mano; y dedícate al ejercicio de la virtud (La piedad sólida no puede cimentarse en fábulas. Cuando la credulidad de los pueblos abraza especies infundadas, y abusando de ellas, adopta devociones vanas ó pueriles, el aprobarlas ó respetarlas, es seguir una conducta que S. Pablo contrapone a la piedad. Combatir las supersticiones populares, es afirmar la Religión, y está muy distante de la piedad apostólica quien hace consistir la piedad ó devocion en creerlo y abrazarlo todo sin discrecion ninguna).

2 Timoteo, 3, 6-7: 6 porque de estos son los que se meten por las casas, y cautivan á las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas de varias pasiones; 7 las cuales andan siempre aprendiendo, y jamás arriban al conocimiento de la verdad (Siendo engañadas por esos impostores, enemigos de ella. Los cuales se valen de la natural curiosidad y ligereza de tales mujeres, ansiosas siempre de hallar una doctrina que se acomode á todos sus antojos).

Epístola de San Pedro 1, 6,7 : 6 Esto es lo que debe trasportaros de gozo, si bien ahora por un poco de tiempo conviene que seais afligidos con varias tentaciones ( Otros traducen: En lo cual os gozaréis, aun entónces mismo que permite Dios que durante esta vida tan corta seais, etc. Puede traducirse: La brevedad de la vida presente y la eternidad de la vida futura son dos grandes motivos de consuelo en las mayores aflicciones. Sean los que fueren los males de esta vida, el que tiene una viva fé, está siempre alegre, dulcemente entregado á lo que dispone su Padre celestial. Las tribulaciones de esta vida son como un fuego que prueba la fé, descubre su precio, aviva su esplendor y pureza, y le adquiere la gloria) ; 7 para que vuestra fé probada de esta manera y ...”


Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre” (Jn 6, 26-27).
“La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado... Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae...” (Jn 6, 29.44).
“Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre”. Recogiendo esta declaración, el Catecismo de la Iglesia Católica enseña: “La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él” (N. 153).
“Dichoso eres Pedro porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo” (Mt 16,17).

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