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CAPÍTULO
II. Describe las señales que precederán á la venida de Cristo y del Anticristo,
y de los apóstatas que ha de arrastrar en pos de sí. Los exhorta á permanecer
constantes en la doctrina que han recibido.
1. Mas os rogamos, hermanos, por el advenimiento de nuestro Señor
Jesucristo, y de nuestra reunión con él (1):
2. Que no os movais fácilmente de vuestra inteligencia, ni os
perturbeis,ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta, como enviada de nos,
como si el día del Señor (2) estuviese ya cerca.
3. Y no (Efesios 5, 6) os dejeis seducir de nadie en manera alguna:
porque no será, sin que antes venga la apostasía, y sea manifestado el hombre
de pecado, el hijo de perdición (3),”
4. El
cual se opone, y se levanta sobre todo lo que se llama Dios (5), o que es
adorado; de manera que se sentará en el templo (6) de Dios (7), mostrándose
como si fuese Dios.
5.
¿No os acordáis, que cuando estaba
todavía con vosotros os decía estas cosas?
6. Y sabéis que es lo que
ahora le detiene, a fin que sea manifestado a su tiempo (8).
7. Porque ya está obrando
el misterio de iniquidad (9): sólo que el que está firme ahora, manténgase,
hasta que sea quitado de enmedio (10).
8. Y entonces se descubrirá
aquel perverso (Isaías 11, 4), a quien el Señor Jesús matará con el aliento de
su boca (11), y le destruirá con el resplandor de su venida:
9. La venida de aquel es
según operación de Satanás, en toda potencia,
y en señales,y en prodigios mentirosos (12),
10. Y en toda seducción de
la iniquidad para aquellos que perecen (13): porque no recibieron el amor de la
verdad (14) para ser salvos. Por eso les enviará Dios operación de error (15),
para que crean a la mentira,
11. Y sean condenados todos
los que no creyeron a la verdad, antes consintieron (16) a la iniquidad.
12. Mas nosotros debemos
siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados de Dios;
Anotaciones de Scio de
Miguel.
CAPÍTULO
II
(1) Le llama reunion ó congregacion, porque en su venida se
congregarán y reunirán con él todos sus santos y escogidos. Zachar.XIV. Algunos
intérpretes entienden el día del Señor, y la venida del Señor, de la terrible
venganza que ejecutó Dios en el pueblo hebreo por medio de los romanos. Mas
toda la serie del discurso demuestra evidentemente que el Apóstol habla del
juicio final.
(2) Por falsas revelaciones, o por milagros fingidos, como lo
explican los griegos por medio del espíritu maligno, que hablaba por boca de
los falsos apóstoles, ni aún que os supongan carta mía.
(3) Aterrados los thesalonicenses con lo que el Apóstol les había
dicho en su primera carta tocante al juicio final que creían muy cercano; los
alienta poniéndoles delante dos grandes sucesos que le deben preceder. Primero
la apostasía casi general de los cristianos, que abandonarán la verdadera fe.
El segundo la venida del Anticristo, que se hará adorar como Dios. S. Agustín.
(4) El Anticristo, mostruo de iniquidad, destinado a la perdición o a la eterna condenación. Este
será un hombre en quien habitará de asiento el demonio, que le inspirará toda
su malicia y odio contra los fieles. S.Jerónimo. La apostasía; esto es, el
apóstata: el hombre de pecado, es un hebraísmo para significar un insigne
pecador, o el más inicuo de todos los hombres. Lo mismo el hijo de perdición,
quiere decir según frase hebrea un hombre destinado a la más horrible
perdición.
5. El texto Griego se lee
de dos maneras: sobre todo, el que es dicho; o sobre todo lo que es dicho Dios,
o religión o culto. El Anticristo intentará destruir todo el culto del Dios
verdadero, y se hará adorar él solo como único objeto de la adoración de los
hombres. S.Tomás.
6. Públicamente para ser
adorado, o haciendo exponer su efigie o retrato para el mismo fin.
7. El griego: ..., como
Dios.
8. El Anticristo no vendrá
hasta el tiempo que tiene destinado la providencia divina en sus decretos.
Antes de este tiempo, conforme a la profecía de Jesucristo, debe ser predicado
el Evangelio por todo el mundo. Mt. 24, 14. Y por esta razón no vendrá el
Anticristo tan pronto, que es lo que había ya dicho el Apóstol a los
tesalonicenses. Theodoreto. S.Agustín confiesa ingenuamente, que no sabe sino
por conjeturas cómo se deben entender este versículo y los siguientes.
9. Ya está el demonio
fraguando esta apostasía o misterio de la iniquidad, que se forma insensiblemente
desde el principio del cristianismo por medio de todos los errores, cistmas,
herejías, etc., que preparan? el camino al Anticristo, que será el que pondrá
la última mano a la obra de sus ministros, como son los herejes y los
libertinos, los cuales son otros tantos Anticristos; pero después vendrá él
mismo a poner la última mano a esta obra, valiéndose para esto de todas las
astucias, ilusiones, engaños y prodigios aparentes con que engañará, si fuese
posible, a los mismos escogidos. Aparte Dios esta terrible venida, y deténgalo
hasta que cumplidos sus altos designios a favor de sus escogidos, sea destruido
y aniquilado el misterio de la iniquidad, y el obrador del mismo misterio.
Otros: esperando solamente que lo que ahora le detiene haya desaparecido: o que
la fe que se conserva en la
Iglesia, se haya más y más desaparecido, y por último
extinguido en la mayor parte de los cristianos. Que es la apostasía de que se
ha hablado en el v. 3 y en su nota. Y últimamente otros: Porque el misterio de
la iniquidad ya al presente se está obrando: solamente que el que tiene la fe,
la tenga hasta que se haga la división. Y por esta división entienden la
apostasía que dejamos ya dicha, y también la secesión del imperio romano, y
división o apartamiento de la religión cristiana. En que convienen los Padres
griegos y los latinos con el Crisóstomo, S. Jerónimo, S. Agustín, y S. Tomás.
11. Como si dijera: Por
grande que se descubra el poder del Anticristo, no creáis por eso que podrá
prevalecer contra Jesucristo, el cual con una suma facilidad destruirá todo su
imperio, y descubrirá todos sus engañaos.
12. Porque obrados por
encantamientos, y por virtud del demonio, sólo tendrán apariencia de milagros
como los que obraban los magos del Faraón.
13. Logrará por este medio
persuadir a los réprobos, que perecerán miserablemente, haciéndoles creer que
pueden cometer impunemente los delitos más enormes, sin que les quede por temer
nada, ni en esta ni en la otra vida.
14. Aunque se conozca la
verdad, si no se ama, no se puede decir que se abraza, ni que se recibe.
15. Permitirá Dios que den
oídos a todo error y falsa doctrina. Rom. 1, 26.
16. El Griego: ...,
complaciéndose en la injusticia: no solamente consintiendo, sino aprobándola, y
hallando todo su gusto y placer en ella. Este es el principal fundamento de la
iniquidad.
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