R. GARRIGOU LAGRANGE
P. 549: La naturaleza es astuta … y siempre se pone a
sí misma por fin principal. Mas la gracia anda sin dobles, desvíase de todo
aspecto de mal; no pretende engañar, sino que hace todas las cosas puramente
por Dios, en el cual descansa como en su fin. La naturaleza de buena gana
recibe la honra y la reverencia. La gracia fidelísimamente atribuye a solo Dios
toda la honra y la gloria ...” (lo anterior no literal porque falta alguna
frase en latín).
P. 558
“Que es lo mismo que explica en la
misma obra (Subida, 1, III, c. XX): “Adquiere (el hombre) más gozo y recreación
en las criaturas con el desapropio de ellas, el cual no se puede gozar en ellas
si las mira con asimiento de propiedad … Adquiere más en el desasimiento de las
cosas, clara noticia de ellas para entender bien las verdades acerca de ellas,
así natural como sobrenaturalmente. Por lo cual las goza muy diferentemente que
el que está asido a ellas, con grandes ventajas y mejorías. Porque éste las
gusta según la verdad de ellas; esotro según la mentira de ellas; éste según lo
mejor; esotro según lo peor; éste según la sustancia, esotro que ase su sentido
a ellas, según el accidente. Porque el sentido no puede coger ni llegar más que
al accidente, y el espíritu purgado de nubes y especies de accidente penetra la
verdad y valor de las cosas … Por lo cual el gozo anubla el juicio como niebla;
la negación y purgación del tal gozo deja el juicio claro, como el aire los
vapores cuando se deshacen. Gózase,
pues, éste en todas las cosas, no teniendo el gozo apropiado de ellas, como si
las tuviese todas; y esotro, en cuanto las mira con particular aplicación de
propiedad, pierde todo el gusto de todas en general. Que es lo que dice S.
Pablo ( 2 Cor., 6, 10): “Somos como si nada tuviéramos, y lo poseemos todo.”
S. Francisco de Asís gozaba de los
paisajes de Umbría incomparablemente más que los dueños de aquellas tierras, a
las que procuraban hacer fructificar cuanto les era posible.
Los mismos místicos, pues nos dan razón
de las hipérboles y antítesis de que echan mano para sacarnos de nuestra
somnolencia y hacernos entrever la alteza de las cosas divinas y el valor de lo
único necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario